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El hilo rojo

Capítulo 2 En la búsqueda.

Palabras:3167    |    Actualizado en: 01/09/2021

ce en mucho tiempo. Estaba en el cementerio despidiéndome de mi madre, mirando aquella foto q

nía a visitar a mi madre y cambiarle la flores – Vine a despedirme, me iré por un tiempo aún no sé cuánto

rtas de tío Milán y por qué no volvió a casa esos años. Durante estos años no deja de escribir. Lamentablemente mi tío era un soldado que cumplía misiones secretas, así que durante este tiempo decid

para mí. Comencé a llamar para subirse en el avión, mi vuelo era a Estados Unidos; ahí es donde me estaba esperando mi tío Milán. D

retirado por lo que tenía una buena casa en un lugar tranquilo. Lo

.

¿¡Porque me pasa esto a mí!? El doctor había venido hace media hora a felicitarme por tener dos semanas de embarazo. Mi tío me miro con decepcionado de mí

adre del niño!? – pregunto mie

lo sie

ia que sentía en su ser era poco para lo que yo sentí en aquel momento, humillada, sucia, me despreciaba a mí mism

que te violo y yo mismo lo matare. – el odio estaba en sus palabras.

, no puedo hacerlo. - negué decidida. –Lo tendré... no voy abortarlo no fue lo que me enseño

a, te ayudare con

es de volver a esa ciudad a vengarme de ellos. Lleve mis manos a mis barrigas, sonriendo por la pequeña vida que estaba creciendo en mi vientre; no me importaba quien ser

*

para estar sentado en el puesto de presidente, pero hay estaba con tan solo 25 años de edad; había derrotado a su pad

o tierra. - deman

te pongas así!? – le pregunte

r tiene cara descompuesta. Lleva dos semanas en este estado; el

o, solo encuentra y tráela ante mí –

na advertencia en mis ojos, asintió con pesadez. – Te a

por desgracia; mi madre que me miraba con estrés. Llevaba tres semanas sin verla, como toda ma

en sus manos. – el chico no tiene nada, debe comer más y beber

o síntomas!? –pregunt

o, sonriendo por algo -

ó de pierna imponiendo su gran presencia,

didos. - cuando estaba embarazada de tu hermana, no sentía los síntomas, sino que tu padre pasaba durmien

silla sin decir ni una palabra; le di las gracias a mi madre prometiéndole que la visitaría el fin de semana. Al

nte con curiosidad, e

o antes posibles. - res

*

esa noche. Si no fuera llegas ese bastardo de Héctor la fuera matado, Dios aún tengo sus ojos en mi mente, el sabor de sus labios en los míos; el aroma que desprendía su piel, esa noche

que ocultaba su pasión. La noche fue mágica para mí, aunque me cueste aceptarlo sé que para ella no fue así, el no encontrarla en la habitación que f

en maestro – mire al doctor

jar hijos!? – pregunte con i

usted no puedo tener hijo –

ital donde se encontraba la madre de mi asistente personal, hic

a de lo común... ¿¡En que puedo ayudar

ahora con esta situación pongo en duda la profesionalidad de mi doctor. – la

xámenes. – respondió mira

i su hijo, señora Gómez – enfatice las do

si se hace ahora en dos días

emos co

*

comentario de los invitados de esa noche que no era para nada bueno, no dudaba de la palabra de mi jefe, pero algo está mal aquí. ¿¡

pensar cosas que no me incumbía de mi jefe y me puse a trabajar. Mire la lista de invitados solo eran pocas personas, pero había una persona que no estaba en la lista Héctor Marlon era un

travesó de la línea de telefonía. – le haremos una pequeñ

que ser revisado por el presidente a primera hora de la mañana siguiente. El reloj marcaba las 4 de la tarde, cuando

cuentra en este momento le gustaría dejarle un m

on él, soy su novia debería estar hablando con él y no con

sa mujer así que no me moleste. Se tendrá que conformar con su secretario personal – cort

cidente que sufrió el Jefe comenzó una relación con esa arpía de quinta. La

– pregunto mi jefe desde

ándolo para llevarlo a una bodega fuera de la ciudad... tengo planeado hacerle un pequeño interrogatorio.

los papeles con una expresión vaga. - estaré presente en la pequeña interrogación

la med

e qué hacer con mi adición; peor si fuera droga, pero no es solo café, una mujer de aproximadamente de 35 años entraba po

trae por nuestras oficinas - me for

entra el

mportante en estos momentos, si gusta puede esperar. – hiz

pada para los berrinches de la madre y de la hija ambas son una arpía de q

*

situaciones drásticas; mediada drástica. Mi hombre había traído a Héctor Marlon, lo había amarrado a una silla sin ropa; era

e a mi casa!? –

. – AHH – uno de mis hombres lo golpeo en la piern

me mostraba el odio qu

cto. – Respondió con una sonrisa asquerosa – ya

a de la habitación!? – l

bre son la regla compras y listo... pagas y disfruta del producto, pero me estafaron di

ca que estuvieron en mi casa – mire a mi secretario. –

ntileza. Se podía escuchar lo grito de Héctor desde mi auto, mire el cielo estaba llenos de estr

*

ños des

io con que me dispuse a destruir a mis enemigos. Mire a mi tío que es

que ahora estaba creciendo. Me dirigí al que sería el lugar donde se haría la entrevista. Una vez dentro del estudio, me encontré con Sara la entrevi

acompañante del día de hoy. – me dirigió una mirada. – Celeste

nvitarme a tu grandioso progr

tu vida de crear una empresa que nos b

sidades de Francia, Paris en administración empresarial. Hoy estoy en

sarias que ha revolucionado el mundo de los negocia en

r muchos existes en este mundo, pero mis secretos, es superarme cada día.

noce como la Princesa de los negocios. Se di

er ver hasta dónde estamos dispuestos llegar por obtener resultado

háblanos

ue lo adoro, mi madre murió cuando era chica, de mi padre solo sé que sigue vivo.

*

sa encantadora, ¿¡Me está jodiendo, chica!? Estaba en la junta de inversionista con mi Jefe de cara de no tener gana de verle pendejadas con que sala

a su despacho. – Tres años, aparece como una de las empresarias más dedic

ocida de la ciudad. Tres años se fue a Estados Unidos; vive en compañía de su tío, ex so

nversión en tela. – su

secretaria en este momento..

información de l

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