Nueva Vida: Mi Imperio Empresarial
su propia mano, Estelle dijo con odio: "¡vuelve, Ada! ¡
nalmente la miró y dijo fríamente:
, siguió a York fuer
Cuando estaban a punto de bajar, escucharon a
voz d
irse, Zed bajó corriendo las escaleras y la agarró del brazo. Frunc
mpo. Luego se dio la vuelta y preguntó con un
us ojos, pero todavía no quería dejar ir a Ada. En cambio, él la agarró del brazo y le susurró: "¿Te atreves a ir con
como si estuviera preocupado
pués de caer del acantilado, tuvo un escape estrec
trás. Naturalmente, York detrás de ella la sostuvo en sus brazos
la relación entre los dos, Ze
ualable de la familia Gu abrazaría a una
quí. Ella apartó la mirada de Ze
ego le dirigió una mirada desafiante a Zed. Ante la vista asombrada de Zed,
rta, la cara de Ada se puso roja e hizo todo
interés brilló en los ojos de York, pero él no
ormación de hospitalización de Jenny. Como se esperaba, descubrió
s de bajarse del auto, Ada siguió c
da por un grupo de enfermeras. "Lo siento señorita. La famil
Estelle había escondido a su madre tan bien
n la cabeza. Acababa de regresar del extranjero y su poder no
meras, rogándoles: "Soy la hija del paciente que está adentro. La persona que le pidió que hiciera eso antes es su hija adoptiva
ergonzadas, pero sacudier
ejaron
la ayudó. Al pensar en las palabras que Estelle dijo en el hotel que cortar
"Solo quiero verla, incluso si no entro. ¡Solo déjame echa
cada vez más evidente. Después de un momento de estancamiento, la enfermera jefe finalmente se comprometi
elle, ¿no podría
no: "Ajá, Ada, te lo dije hace mucho tiempo. Si puedes, puedes encontrarla tú solo. ¡Es inútil incluso si la encuentras! ¡No te dejaré entrar en la sala! A decir verdad, el hospita
l teléfono antes de que
entida de Estelle reso
l teléfono en la mano de la enfermera jefe, como si fuera la prop
lla era, de hecho, la hija del paciente. Ella dudó por un momento, f
rma en la sala. Al escuchar este sonido, todas las enfermeras presen
go había sucedido. Ella agarró a una enfermera que estaba a pu
iente dejó de latir. Déjame ir. Voy a
paciente dejó
cat
o el corazón de Ada. De repente, sus ojos se osc
abrazo. Miró inexpresivamente el techo sobre su cabeza y parpadeó varias
cálm
la sala de emergencias, y
e y decirle que no tenía intención de dejarla
Ada agarró con fuerza el brazo de York, y sus largas y p
ente se arrepintió de haber ignorado su requisito. Si hubiera
odo el mundo para encontrar a la desaparecida Ada solo para pagarle el favor a Jenny
pudo entender lo que estaba pensando, pero su cuer