BELLA ROSE Cuentos de pasión y muerte
a gran mayoría de las personas ocupen estufas a leña y así, contribuyen a, no a propósito, contaminar el aire. La población, hablando laboralmente, tiene pocas opcion
s los días. Sobre todo mapuches. Entonces dentro se producen apestosos olores que no dejan indiferente a nadie. Variadas peleas se efectúan entre los feriantes y delincuentes. Y como si fuera poco, la dueña del local contri
egas Miguel y el Juan Burro, le dicen así. No recuerdo tampo
ermercado, en la parte de los pañales, penetrando en cuatro a una hermosa cajera. La cosa se puso fea cuando los jefes a cargo del local comenzaron a llamarla por parlantes. Cuando fueron descub
pados a la antigua. Lorena poseía un cuerpo envidiable. Bajita, mujer promedio y de pelo oscuro poseía un trasero impresionante. De delantera no tenía nada pero que importab
lenamente en el
beso. Una mañana fue diferente a las demás. No por el beso sino que p
ba en la micro cuando se dio cuenta y regresó a buscarlo. Sentía una sensación extraña, no podía explicar que. Tenía la leve impresión de que algo no andaba bien. Un ma
o por delante, el otro se lo hacía por detrás. El tercer sujeto tenía su verga en la boca de Lorena. Por eso cuando esta vio a Aldo entrar emitió
só a casa. Lorena lo esperaba sentada en el l
qué pasó aquí?- Pre
que lo creas- dijo serenamente Lorena.
Yo no te conocía aún Aldo, pero las promesas son promesas y hay que cumplirlas. Lamentablemente prom
. No sabía que pensar y de hecho nunca lo hizo al parecer. Ya que
*
ó por el papá de su blanca paloma. Don Sergio. Su suegro. Éste era un viejo flaite que vivía de su pensión y de las copucha
rvaba con cara de total despreocupación, casi desinteresadamente, como
- dijo e
s, Aldo no creyó h
do- preguntó un p
- exclamó
pero más de zorro diría
gado, finge. Haz como si
imposible- Ald
relación con mi señora? Tú crees que nunca me
as maritales o si lo que dijo era verdad, entonces Aldo tenía completamente otra
a siguiente, Lorena desapareció 4 días. Y cuando regresó, llegó con el
probado estaba, con todo esto. Si hasta se encontraba, de vez en cuando, condones en
ciones que encontró hacen añorar la voz de Reagan en El Exorcista. Sólo me limito a contarles que la
ra. Le explicaban que cada vez que se iba del trabajo había una camioneta
A nadie. Más encima se había comprado un nuevo celular, últim
nos y nunca más se lo devolvió. Bueno si llaman a A
me junto a ella en la cama matrimonial. A Aldo no le cae mal, de hecho se llevan bien. Sólo que le molesta un
con un personaje como Aldo. Que su única preocupación en la vida era terminar siendo el esclavo de algui
s querido,