La mimada del Alfa
a por no haberlo dejado salir hace más de una semana por
ce para luego sentir como todos mis huesos empiezan
eroz aullido de felicidad para comenzar a corre
.
se en las hojas, barro y cazar. Para luego terminar desplomándose cerca de una pequ
piro profundo pero rápido arrugo mi nariz porque un olor a podrido invade to
izó todos mis sentidos, más el auditivo para escuchar todo lo que se
que ruega una voz de mujer y camino más rá
ntra en el suelo con el corazón fuera de su pecho tirado a su lado mientras que los dos
que se alejen a lo que ellos se sobresaltan. Dejan de tocar a
elirrojo mirándome con odio y asco, miro al q
un maldito alfa? -cuestiona en
de que se atreva a escapar, salto sobre él lanzando mi mordida a su cuello arrancado as
barde» pienso para luego mirar a la pequeña la cual esta como dormida «Pobre niña»
cuando ya estoy en mi forma humana con la niña e
at