En la boca del lobo
DA
erta nostalgia y tristeza porque una parte de mi no se quiere ir, pero otra parte me grita que no debo de ser egoísta, a mi madre le han ofrecido un muy buen empleo en el norte
rada a mi antiguo hogar. Era una casa color blanca, pequeña y de dos pisos. Estaba un jar
o. Cerré mis ojos por
? -me preg
Esto es demasiado pa
í -m
que ir a la escuela. Mi madre había llamado días antes para inscribirme y pedir un cupo para mi, a pesar de que las clases habían empeza
gracioso, pero supongo que lo hacen porque el carácter de mi madre no es serio ni nada de eso, todo lo contrario, es alegre y divertida. Yo soy todo lo opuesto a
desp
el animo. Sentí un escalofrío cuando dijo eso último. -Mira esto... -hizo una pausa-
le respondí, solo miré por la ventanilla el bosque, había niebla, era realmente hermoso. Los ár
eñalando el letrero que indicó el nombr
tía mi trasero. Las casas se empezaron a ver, las personas, los bares, el cine,
ba frente a nosotras. Habían algunos chicos afuera, quizás los que s
a tomar un camino en el que ya
unté, mirando por la ven
opiedad que estaba disponible, los antiguos dueños se
pasará trabajando. Estoy sintiendo un poco de miedo, no sé qué c
uy efectiva para social
negó
sola en e
no somos las únicas que vivimos por
negro. Los vidrios eran oscuros, es por eso que no se podía ver a través de ellos para
a al frente, formando los
s un ruido proveniente del motor. ¡
l pobre coche siguiera en marcha. Pero no fue suficiente ya que el coc
dito
lante pero rápidamente se sobó la zona afectada con dif
ás de nosotras empezaron a t
a abrir su puerta. Abrí mi boca del asombro, no quería ca
ocheciendo
údame con las maletas, ¿quieres? -cerró
ue buscaba algo en uno de los bolsos, pero no le puse mucha atención ya que mi mirada estaba fija en el auto de enfrente. Aunque no podía ver a la persona que iba manejand
ue dejen de tocar el claxon, me est
quería hablar con ellos, ni s
negué, mientras buscaba mis ma
se giró para ve
to murió! ¡Si quieren pueden pasar a la par! ¡Gracias!
para pasar bien ¿por qué se pusieron en ese pl
mente, pasándonos de lado, mien
s. Mi vestimenta se basaba en unos vaqueros desgastados, unos converse negros y una camiseta colo
dos maletas que llevaba eran muy pesadas. El clima se sentía helado, cuando hablaba salía humo de mi boca. El camino era de tierra, a mi lado habían solo árboles. Además
floja pero unos cuantos cabellos se ha
ando! -exclamó mamá
s autos siguieron ese camino. Pero ese camino era de tierra. La carretera pavimentada había
muré, respirand
o bosque qué tal parecía llamarme. No sé por qu
e! -me gritó mi madr
cogiendo mis maletas y corri
amó, dejando caer l
staba frente a ella. La enorme luna lo iluminaba, se veía tan... hermoso. Algo bueno salió de todo esto. Caminé hasta
se veía tan gr
ina, ayúd
nción: del otro lado del lago había una casa, también era de dos pisos. Juraría que está a la misma d
, pero un aullido me puso en alerta, hizo que
¡¿Hay lo
me jo