Entre las redes
guarde mi celular. Terminamos nuestras
emente, encontramos nuestra mesa y nos sentamos. (Nos dimos cuenta que había más sillas, lo cual nos hizo comprender
se veían muy contentos y animados, sus mejillas rosadas y el bri
ue no estaba con nadie y sentí una leve necesidad del cuerpo de alguien más, y en milésimas de segundos su rostro
en nuestra mesa quedaban solo 2 asientos vac
udando animosamente, mi piel se erizo y un calor recorrió desde la punta de mis dedos hasta el último cabello, trat
de una hermosa chica, sentí desvanecer mis estupidas ilusiones y una muestra inevitable de molestia se posó en mi ro
e. Pensé para mis adentros: "Que mala jugada del destino, y que estupida que soy para ilusionarme con alguien tan mujeriego como él. ¿
uerte, el chico a mi lado no dejaba de conversarme
ndo comentando que volvería en un segundo. Él me respondió: - Aquí te espero para charlar y luego bailar- Sonrío, yo me sorprendí ant
arrones me observaban con un pequeño disgusto, no había sonrisa, ni ning
iento que el amor toco a mi puerta-, dijo con un largo suspiro, sus ojos brillaban de alegría, su piel emanaba u
on tono pícaro le consulte:
go el presentimiento que es todo un salvaje en la cama-. Ante su coment
sa, estaba ella sentada sola,
onocerte, ¿Todo bien?, trate d
uó, -hermosa fiesta- dijo, mientras bajaba la mirada de manera apena
tigo, me dio la sensación de que estaba molesto, pero no me dio explicaciones y solo le dijo: -Vamos afuera
Seguro ya regresarán, ven a bailar conmigo- agarre su mano y la mano de mi amiga, las lleve a
upongo que por la decepción, el calor y el alcohol n
el cielo girando y disfrutando de cada canción, de repente en un giro me sujetó fuerte de la cintura y apoyó todo su cuerpo sobre mi, no pude evitar sentir cada parte de su delgado pero tonificado cuerpo, de repent
es ardían y me zumbaban los oídos, mi cuerpo s
labios se humedecieron para el encuentro de un beso ansiado. Cerré mis ojos y sentí que alguien me sujetó del brazo y me llevó hacia atrás, tratando de entender lo que sucedía hacia quien me sujetaba y sus ojos marrones estaban llenos de ira, su rostro estab
resión del agarre, mire nuevamente hacia él y le pregunte: -¿Que estás haciendo? Sus ojos marrone