Amor Y Engaños
l asistente que estaba en la entrada del
ndor rosado y saludable en su impecable tez. Sus grandes ojos parecidos a los de una cierva, empañados por las lágrimas, brillaban con una intensidad fascinante
os momentos. Había visto a muchas mujeres hermosas trabajando en el club, pero todas habían logra
las manos cuando se dio cuenta de lo que había hecho. Era política del club proteger la privacidad
o estaba adentro, pasó junto al asistente y se a
" otro asistente espetó mientras veía a De
ío. ¿Estaba la esposa de Evan Xiao aquí
mino entre los invitados que se arremolinaban en el interior. Todos se detuv
mente por él como una mujer que se ahoga. Su expresión se endureció en un fruncimiento gélido mientras ob
a los otros invitados para al
todo el día. El abuelo está enfermo de nuevo. Tenemos que ir al
rme. ¿Y ahora has vuelto a llorar lobo otra vez? No caeré en la misma historia de sollozos dos veces. ¿Qué es esta vez? ¿Que quieres de mi?" Evan se burló de Xi
n minuto ver finalmente a la atractiva
?" Lana Luo ronroneó seductoramente mient
la barbilla y dijo: "Eres más
idez se deslizó en sus ojos fríos. Della Jiang se dio cuenta con una ama
s. Su voz se quebró cuando le suplic
rumpió Evan con impaciencia mientras la
filados se asentaron en su habitual ceño desdeñoso. Por un breve momento, se le ocurrió un pensamiento extraño y aterrador: tal vez el hombre que te
usado su nombre nuevamente, a pesar de su advertencia. Ella bajó la mirada y continuó dócilmente, "Vayamos al hospital a ver al abuelo. E
al con tubos de todo tipo adheridos a su frágil cuerpo brotó
recio por su esposa, pero ella parecía y sonaba tan sincera que le costaba creer que estuvie
ener al Sr. Xiao de irse para atender asuntos familiares. Aún así, no puedo evitar sentir que esto es injusto para el resto de nosotros. Acaba de llegar y
o está realmente enfermo? Quizás es
y solo está buscando una excusa para i
" Toda la sala esta
staba tratando de avergonzar a Della Jiang, pero no podía i
iedo a ninguno de ellos, pero sabía que no era una buena idea ofenderlos a todos al mismo tiempo. Decidió qu
espués del matrimonio, su abuelo había continuado con la farsa quejándose de migrañas todos los días para que la culpa lo hiciera
ijamente a Lana Luo y dijo, con todo el
ciles a él oa su esposa ". "Bueno, Sr. Xiao no puede beber porque tiene que conducir. Propongo que su esposa, la Sra. Xiao, "Lana hizo una pausa aquí para en
y dejaremos que el Sr. Xiao, vete
ectante con los brazos cruzados y una sonrisa en sus labios. Disfrutaba verla
n llenos de lágrimas, pero levantó la barbill
varla. Nunca la había creído, ni siquiera una vez, y sería un día
rostro pálido y demacrado del abuelo de Evan, y sabía que tenía que
o ". Sonriendo, Lana Luo recogió la botella de la me
discretamente el afrodisíaco en polvo escondido dentro de su manga en el whisky. Luego levan
rostro de la otra mujer. Decidida a demostrar que no le te
ero parpadeó para contener las lágrimas y se controló. Co
ohol. Tan pronto como terminó el tercer vaso, su visión comenzó a nadar. Trató de caminar hac
. Con eso, Evan Xiao se giró y salió
ría a aprovecharse de ella, no cuando supieran que era su esposa. Quizás habría algunas fotos y comentarios mordaces sobre su comportamiento vergonzoso y borracho e
as veía a Evan Xiao irse. Una vez que estuvo segura de que se h
Xiao a una habitación para que pueda acostarse y descansa
l brazo y trató de guiarla al ascensor que la llevaría
Jiang sollozó lastimosamente. Estaba tan angustiada qu
un lío de sollozos y borrachos. Estaba segura de que Evan Xiao se
mente indetectable, pero extremadamente potente para hombres y mujeres. Una pequeña pizca
tenerlo a su merced, pero no estaba molesta. Drogar a
habitación de invitados vacía, Lana Luo encontró un rincón apartado en el pasill
, con mucha resistencia. Envíelo a la
as luchaba por recordar dónde estaba o qué se suponía que debía estar haciendo. El asistente se había marchado en cu
por su marido mientras se tambaleaba po
do la pesadilla que había sido su noche de bodas. Su marido no la había tocado después de la boda. Había
peradamente para sí misma. No puedo deja