Vivir con los Chicos de Anderson
vista d
nterré el rostro entre las sábanas, tratando de bloquear el ruido fastidioso. Una leve sonrisa se
ó, pero fingí estar dormida para que me dejaran en p
a Cole y enseguida dejé e
, pensé, pero no tuve
bija. Ahora estaba a la intemperie, dejando expu
de contener las ganas de abofetearme. Me vería todavía
ncido, abrazándome a mí misma para mantenerme ti
damente, me levanté de la cama y busqué algo para ponerme ese día. Entonces fui al baño para lavarme y s
ra un punt
o junto a mi cama, mirando las sábanas. "Puedes irte", le dije, llamando s
dad no estaba lista para esto... Todavía no podía creer que hubiera dormido en la casa de los Anderson y aún te
uego entré a la ducha y cerré la puerta de vidr
●
ina y le di un mordisco generoso. Los chicos, reunidos
o, confundida. Él se percató de mi reacción y sonrió, lo cual me hizo alzar una ceja. Entonces com
o me respondió y, en vez de eso,
a mi alrededor en busca de la papelera, pero Hayden todavía estaba aguant
nseguida solté la manzana, pues se me habían quitado las ganas de com
mpo que caminaba hacia el lava
é la humedad con la ropa; luego me agarr
e despedí, pero antes de que pudiera
ció con la sola idea de llegar a la escuela con ellos... ¿Quién
taba preparada para las miradas interrogantes y los comentarios acosadores. ¡No había forma de que pudiera aceptar! Eso solo podría
", aseguró Alec, cortando el hilo de mis pensam
ar", espeté, dando media vuelta para abrir la puerta. Sin embargo, antes de que pudiera irme, a
clamé, tratando inútil
rcejeo, por fin me di cuenta de que no tenía forma de e
la persona más odi
●
hacia su silla. "¡Déjame lanzarle algo!", agregó el primero y mi ce
gunté y Hayden me devolvió una sonrisa antes de a
sobre el muchacho llamado Damien. Un grito ahogado escapó de mis labios cuando e
o que la piedra
eza, se dirigió hacia nosotros. "¡Hayden!",
ayden y Damien empezó a correr detrás del
arme de mi asiento mientras veía por el retrovisor la figura de Damien perdiéndose en la
gaché para esconderme a medida que Sam se adentraba en el estacionamiento, podía escuc
Alec. Tras un par de segundos, me di cuenta de que era mi turno, así que respiré hondo y me deslicé hacia af
Los cinco caminamos juntos hacia la entrada y no pude evitar contener
n ademán, ellos no me lo devolvieron, así que me di la vuelta y me percaté de que,
ndo en su auto?", s
ente, ya la conoces, siempre
izá
elerados de mi corazón, me volteé para mirar a mi casill
aba equi
te la gente i
●
steniendo mi bandeja como los demás. La comida de hoy era ensa
as disponibles, por lo que suspiré. Algunas personas todavía susurraban mientras me veían, estaba cansada de su atenci
u nueva
es dar su
ue no quería que nadie supiera que me estaba queda
y Cole conversando con unas chicas que
anquilamente hacia mi lugar de siempre, pero entonces t
ste día se empeñaba en hacerme sentir mal? Mirando hacia el costado, me
omid
alcé la vista para ver a Sam, quien me mir
oy..
se enojara. "Sígueme", añadió y frunció las cejas. Él me miró
llado. Toqué su hombro para llamar su atención,
asiento del pasajero con un suspiro. Sam encendió el motor y empecé a jugar con mis dedos nerviosamente.
rada esta vez. Miraba hacia la ventanilla porque
explicó él con notorio desdén. Quise replica
e tengas que de
●