CLAVERIO
o me trataron. Me culparon de algo que
o hice! ¡Por favor
e dejas opción hasta que no confesas
s la verdad. Hermana mírame sabes bien que
camente. Mirándola fijante enterrando en ella
iempo aquí termino, tu
o le dijo ¿por qué es ella quien sigue viva? Sus padres no hacían nada para salvarla. No tenía fuerza para luchar más, no tenía más voz, estaba roca
o fijamente la cara de Ángelo, quien la miraba saliendo del lugar. El lugar que ella pisaría por última vez. No se despidió. Tal como ellos hicieron c
Me encerraron de inmediato que llegue. Había otras chicas en la prisión en la celda donde estuve había algun
madre estuvieron allí. Simplemente decidieron no intervenir en esto. Ellos también la acusaron. En su cabeza se repetía las
eza la cubría. Se enfadaba y empezaba llorar más y más. La noche fue eterna. En l
deseos de dor
asesina!, no
s seguir diciendo
y una a
na asesina» Después de un momento le tiraron, una ropa para que se ca
aun así no te puedes salvar. Pero por lo
su sus ojos hundidos apagados como un bombillo sin energía. Las cosas se habían salido de lug
donde podía ver la cara de las que los rodearon durante tanto tiempo. Que la dejaro
ista, Nadi
omento había llegado. Había llegado el momento de que le dicten el veredicto final, sin que supie
a palabra hasta el final. Era un Stomcling, y un Stomcling nunca bajaba la cabeza, aun frente
ión del día. Y era caluroso y enfriado. No sabía absolutamente nada. No la esposaron, alguien la guio hasta su asiento. Mientras pasaba por el pasillo
mpoco estaba dispuesto a acertar el hecho de que ella aún estaba viva, y no su amada Amanda. Todas las miradas centraron ella. Estaba acostumbrada a ser el centro de atención
ulparan por algo que ella no cometió. El juez entra. Octavio sprikler, un juez de suprema corte. Claro que es lo que los Clindi no podían compr
alir de esta jaula de leones. Inicio la sección de pregunta. Todo lo que ella respondía, la culpa le recaía encima. No tenía un abo
erse de pie. Y aun fir
asesinato a sangre fría de tu acompañante en el
¡N
cepta su culpa»Que sabían ellos, como es que la culpan sin saber la historia realm
recaen sobre usted, señ
evidencia,
as llamadas
rma no
es tan complicado
incriminado venga de un Stomcling,
verdad la llevo a la celda más
te ser condenada a
no la
ficaba su inocencia que no sería escuchado por ellos. Se volteó al público y grito en
que creerme! Yo no la m
l arma que usaste tiene tus huellas.
Fui incriminad
sospechas implicada al asesinato de Amanda. La sentencia que debes cumplir
vaba para notar un poco de compasión de todo lo presente. Fue un destello. En la cara de Ángelo, solo había una son
da segundo, de cada cara que la observaba. Cada una de ella. Nunca