La nena del boxeador
v
e porque no podÃa hacer otra cosa mientras la tenÃa junto
ue habÃan abierto recientemente con juegos mecánicos. Ella y yo nos decidimos po
rajiste al parque - una de sus cualidades que
llevara? ¿A una cabaña?
do? - me pregunt
me de ti, no solo eres una nena malcriada, déjame saber que más er
ver? - no se cansaba
nua, por eso la molesté, porque tenÃa una carita muy inocente, desprendÃa mucha delicadeza y se me hizo imposible no querer joderla o asustarla, pero creo que me sa
ran de leche. Sus labios carnosos, su melena cobriza que tanto me llamó la atención desde que la vi. Esos ojos verdes que me matan y que disfruto ver agran
ro dulce y muy inocente cuando a mis pies he tenido mujeres maduras incluso mayores que yo, ácidas, extravagantes y de mundos bajos. Yo mismo me quise golpear cuand
bajo algunas veces en la mañana siendo encargada de una librerÃa y estudio en la tarde literatura inglesa. Muchas otras veces es al revés pero casi todos los dÃas mi vida es monótona. Trabajar y estudiar, pocas veces salgo, tengo un vÃnculo muy cerrado que sol
bajas en una librerÃa, lees, y estudias literatura. ¿No escrib
estoy perdidamente e
se enamore de m
Ãas las escenas de discusión
la primera chica q
sa trama ideal. Por ahora me conformo leyendo otras historias -asentÃ
es tu turno- la
mar una o. -¿Que sucede? - le
me hizo imposible no son
gocios, terminé hace unos meses. Y ya sabes que soy
sa me deja saber que no tenÃa n
or? Soy preparado, en lo que casi todo el mun
, no pensé que ya la habÃas terminado. Quiere decir que tengo un negociante frente a mÃ, eso me
carrera que poseo, no te causarÃa gusto? - arrugó su frente, me mordà l
iba, con ese vocabulario
ella, ha estar a su lado. Me acerqué sumamente a
us labios sin tocarla con mis manos pon
rdÃ, la escuché gruñir, sentà sus manos colocarse en mi cuello y subir sus dedos por mi c
leonor- le susurré mir
e pronto me preguntó
no era para menos después de tanta cernÃa. Pero yo no sabÃa expresar
ué te animó a entrar a este mundo
ientos suelo liberar todo mi enojo y mis frustraciones me hac
? - esta vez ella acarició mi mejilla. SentÃ
� Tal vez más luego - le contesté
ió compren
? - Sus ojitos me miraban cálidamente, preocupa
te, ya no tengo donde distraerme, donde sentirme bien con
primero- de inmediatamente al escucharla decir a
nifica fortaleza y que creÃas que estoy falta d
o tú. Yo tengo corazón y es lo que muchos no creen, Eleonor. No puedo ser el más romántico, tampoco el más idealista, pero creo que soy capaz de enamorar a alguien y ese alguien eres tú... me llamaste como un imán, y sé que a penas nos conocimo
el boxeador que me llamó nena- sus palabras siempre eran selladores de momentos. Pero yo serÃa el ma