La última Luna
i
cuantos empujones m
de la Manada de la Luna Aullante, ayudó a calmar al Alfa River Granite mientras esperaba junto a su B
u amigo-. Samantha es tu mujer. No hay n
Hay mucho ahí dentro que no he visto antes. Además, tu madre está haciendo un
ie y dio los pocos pasos hacia su amigo-. ¡Entra ahí! -exclamó abriendo la puer
aban más que calificadas para atender partos. River no estaría allí si el futuro padre no fuera su mejor amigo y Beta. Este era el tipo de responsabilidad que no le importaba ceder a su madre. C
Ella era genial... pero estaba preparada para pasar los
rtes de Alfa o Beta hasta que los hombres empezaran a reconocer el valor de las mujeres. No tenía ni idea de si realmente existía una maldición de los magos o simplemente era mala suerte, pero hasta a
ginar al pequeño bebé envuelto en una manta y recostado sobre el pecho de la madre. Pudo imaginar a Sam, sudorosa y sin aliento, pero radiante de amor, con Allen a su lado. Se alegró de que su amigo no se hub
a a llorar, su madre salió, con aspe
, juntando las manos-. Mamá
ible cuando tanto Simpson Stead como el propio padre de River, Lake, habían muerto en un ataque cuando ambos chicos eran jóvenes adolescentes. Ambos ha
conducía a la salida del Centro de Curación. River se alegró de acompañar a su madre de vuelta
learon. El pelo rubio lo había heredado de su padre, pero el castaño claro de su madre no estaba muy lejos de su tono. Tenía los pómulos altos de ella, pero el resto de su cara era
isfruto sirviendo a las mujeres cuando se encuentran en situaciones tan dif
e parecía gracioso. No necesitaba que su madre volviera a sacar el tema, sobre to
ile de la Diosa Luna y encontrarte a la Luna que necesitas para ayu
delante de una manada de cachorros que jugaban con una pelota. Estaban demasiado ocupados para darse cuenta de que sus líderes pasaban
equeña casa que tenía no muy lejos de la suya ni del Centro de Salud. Q
ez. River se inclinó para besar su mejilla y Pat
ometes que la explorarás, hijo? Creo que tu mujer, tu Luna, está a
ntiséis año
e encogió
res años cuando tenía
cabeza y se pasó u
sin preocuparse realmente por eso, porque no podía haber
con un suspiro soñador antes de darse la vu
ataría al cachorro de Allen como si fuera su propio nieto
ba en las amenazas de las otras manadas de la zona y en lo que podía hacer para asegurarse de que las alianzas que tenía con cada una de ellas fueran lo más fuertes posible. Tenía su
los Omegas, un tipo más joven llamado Brett, que lo sustituyera. Cuando abrió la puerta de su despacho, Brett
asando? -pre
cudió la
lobos que patrullan en nuestra f
manada conocida como Lobo Gritón y no recibieron ese nombre por ser unos cobardes. Eran un grupo de locos aullantes cu