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KING: Nuevo reino, nueva era -Libro II-

Capítulo 3 II

Palabras:1194    |    Actualizado en: 27/01/2022

do las cosas que había dejado el padre de mi esposo, unos cuantos se trataban de acuerdos con países diferentes, entre ellos Dinamarca e Inglaterra, unos que

ato, solo están esperando su presencia -ante es

en un momento vamos -el empleado se fue y lo

entos tal y como me lo dijiste, de hecho le

hecho uno de ellos lo conocí en Escocia ahora es e

einte personas que estarán ahí -dije m

Reina más hermosa

oruega ha tenido, así que esta vez no te creo -comenzamos a caminar- Estaba pens

cuando regresé Harry pod

lo vi se veía tan nervioso, me dijo

rieron y todos hicieron una reverencia, llegamos al lugar y solo había una silla, supongo que solo esperaban a Timothée, uno de los empleados rápidamente salió

- hablo un hombre mayor - con todo el respeto

hablaba Timothée- a los dos nos importa la sit

asuntos pendientes que dejo tu padre antes de morir

ontesto Timothée mientras bu

este cargo, no estoy dudando de sus capacidades, pero usted

thée sonrió ante el comentario que provenía de un chico que a

o si todo esto se mal entendió -

os de que el pueblo depositaba la confianza en nosotros, por cierto mi esposa tiene ta

Rey Benedict, y también los que quedaron pendientes, ya estamos en contacto con cada uno de estos países

aber que usted ayud

e antes de Febrero del siguiente año todos los acuerdos, para que las familias puedan f

ro como van a lograrlo? -Un

ún, por ahora esperamos

veinte que se encontraban ahí- y hemos decido que alguien tra

pe Christian trabaje para usted, como es parte de la familia Real -d

sea -susur

no enfrente de él, demuestra que no

enemos mucho trabajo, gracias por venir -dijo mientras me ofrecía su brazo y cami

ue gusto,

mi oficina, e

mo la pasaron en

Como sigue tu padre?, le debio doler más el sabe

a Gisselle- Majestad, esta tan equ

ina y recordé que

en unos minutos, de

bien -s

i intentes agredirlo, no qu

o se me escapa un golpe de verdad directo en su rostro -deposi

y Timothée fruncio el

partados de mi esposa, sabes a

ye feo, tal ve

hristian, ¿Que tan enfermo debes e

, ella no respe

no la toques, no te atrevas a hacerle daño por que

o está

que el Rey lo ordene y par

uiero hablar contigo, aunque

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