La cabina telefónica
l
e, estoy aquí en Reino Unido un lugar que siempre quise conocer, y ahora mi sueño se hace realidad, estoy muy emocionado por eso y mi cara es lo suficientemente clara para describir como me siento. Salí corriendo para conocer la ciudad y disfrutar del paisaje, ya que estaba aquí por trabajo y no
añana en el estudio y aparte publicar fotos de mi viaje en mis redes sociales, donde tengo un número considerable de seguidores, ya que solamente llevaba un año en mi trabajo y este corto lapso que llevo me permite
tard
que comprar es una de mis debilidades que en un día no muy lejano me llevara a la bancarrota. Me dir
el bolso! -grito tratando de l
dinero en efectivo que tenía se encontraban en ese bolso. Decepcionada me senté en un banco y revisé mi bolsillo, tenía algo de cambio y cerca de mí había una cabina
que entre la llamada -dice una v
esponde
o me robo el bolso y allí estaba todo
a respirac
-pregunto
uedo ayudarte -responde
no podía conseguir el dinero para hacer otra llamada, ya se había oscurecido, tod
ncómoda como si algo o alguien fuera a venir por mí en cualquier momento, caminé por la acera con el brazo extendido y el pulgar
iento detrás de mí, la respiración que sentía en mis hombros era la misma respiración que escuché a través del teléfono de
esponde
o me robo el bolso y allí estaba todo
a respirac
-pregunto
uedo ayudarte -responde
no podía conseguir el dinero para hacer otra llamada, ya se había oscurecido, tod
ncómoda como si algo o alguien fuera a venir por mí en cualquier momento, caminé por la acera con el brazo extendido y el pulgar
iento detrás de mí, la respiración que sentía en mis hombros era la misma respiración que escuché a través del teléfono de
tard
ar en cualquier momento y mis piernas no respondían, hice un esfuerzo por levantarme un poco y noté que
-grito horrorizada al v
un poco y con la mano izquierda agarré el vaso de agua, bebí un poco y dejé el vaso en su lugar, me recargué en la pared con la espalda derecha y poco a poco sentí la sensibilidad en lo poco que quedab
ratando de con
! -grito
que me dolió la garganta y bebí más agua, me acosté en el suelo y traté de llenar mi mente de pensamientos positivos, en esta s
tard
té de moverme, pero el dolor me recordó que ya no podía caminar, se acercó y me dejó un plato con un trozo de pollo mientras se alejaba lentamente y cerraba la puerta. El sonido d
ía o al menos eso parecía. Miré ese rayo de luz y recordé mis pocos viajes a México, Canadá y Brasil, además de los viajes dentro de mi país natal, me puse a llorar y sin saber qué má