No soy Él.
Ant
e me digan lo que tienen que decir. Mi hermano está al la
ás que trabajar afanadamente y
ción, Antonio -e
regunto c
nes que
nte a los ojos, me hubiese estallado a ca
alguien que no sea María José, mucho menos tendría el val
hijo -intervi
r qu
lgo por la empre
mirándolo con
mpresa, soy como el personaje, entiendo que Antony s
cuerpo y alma, te toca ha
la amo como a nada, lo siento muchísimo pero ella está
ernos esto -re
todo la alegría que sentía s
er que me pienso casar es con mi novia, eso que pensa
talones para ab
a emp
í, pero ella sigue siendo mi madre aunque piense separarme de la
itada, sofocado empiez
ontrado? Eso no pasará, ni en sueños me casa
sea que sea para bien de ellos, aunque siendo hijos queda para
corbata hacia la cama y procedo por se
gar -escucho la voz de mi hermano d
-dejo caer mi mano sobre mi pierna izqui
mbro, y la cama hundirse
ámpara de luz, me encuentro con
ay
llamada, pero es muy tarde
no fuera importante me
esadez, la ll
n es la chic
mi papá dice que es l
o, como
as fotos que tengo de
sa -comenta am
no, si un día me llegara a pa
cabello. -. Eres muy joven, r
darías como si me cuidarás a mí, ella ha hecho de tu hermano el hombre más feliz de
neando mi rostro. -. Lo prometo, delante de Di
arse aquí -toco mi pecho. -. Son dos años hermano, no puedo tira
de golpe de mi la
ie
sus
á, yo no estoy enamorado, sé que si ése ma
además Dalia enloquecería -agacho la cabeza pensando
ctamente lo que h
y quiera matar a la pobr
hombro dán
s, encontraremo
ensar en la descabellada idea de mis padr
.
perro, hoy estuviera usando el traje que eligió ella para mí para hacer público l
lleva una camisa azul y un pantalón negro, está formalme
Va
ie
abajo nos está esperando nuestros
ónea, viste un vestido azul cielo que resalta su piel cremosa,
si nos dirigiéramos a la casa de María. ¿Acaso el padre de María me conse
o es
que quisiera no
de mis pensamientos. Toca mi homb
Bajo de la camioneta y sigo a mis padres que se adentran a
adre no puedo evitar pensar en buscarla con la mirada, muero por verla, no conte
es incómodo estar en su casa y no poder ni siquiera verla. Concentro mis ojos alred
os. A través de la puerta de cristal que conduce haci
veo es un vestido verde suelto, subo la mirada y me encu
los ojos sin decir nada. Ella está entregándole
as de pararme del sofá e ir a hablar con ella pero... siento a m
vez ya la
eja, y se apresura a
ea de que le esté pasando algo y yo no lo sepa, además, Dios, s
-. Le pediré un vaso
que te lo traigan -m
-literalmente me lo saco de encima, y voy a
elena castaño-negro cubre sus hombros. Mi cuerpo se arrastra hacia ella como un metal a un imán, aspiro el ar
colocando mis man
azos de golpe, y sin importar lo comprometed