VÓLKOV. Un Ángel Buscando Redención.
r la puerta después de haber salido te
asta tarde -respondió su amiga-. Ll
nsaba en todo lo que le estaba pasando, su mente no la dejó dormir tranquila haciéndola rememorar toda la
? -preguntó su amiga colocando frente a ella
-dijo mientras apoyaba un codo sobre la mesada para apo
ción de su amiga le hizo acomodarse p
lerando el alcohol y me dio a beber como si f
omo con el imbécil. Si había alguien que le podía ayudar a aclarar su mente y hacerla compre
esa manera tan descarada como le hizo sentir el imbécil. Ella se ve
n fue peor, las chicas la discriminaban avergonzándola y los muchachos se mofaban de ella diciendo que se le incendi
ontró con otra desnudos y en plena acción, le hicieron ver la realidad, ella se no era para nada hermosa y mucho menos llamaría la atención de algún hombre. Por lo que los sucesos de la noche anterior con el poderoso y millonario imbécil no eran más que una forma de humi
Angeline... -el tronar de los dedos frent
los deliciosos recuerdos del pasion
o Josep.
eran a encontrar? ¿Y si te llaman nuevamen
ía aceptar. Sería su muerte, el imbécil la tendría a su merced todo el día para humillarla a cualquier hora del día. Pero y si el encuentro terminaba como l
é si aceptaría. ¿Cree
o. Así dejarías de verte tan virgina
or qué todo contigo tiene que ser en ese sentido? -le gritó
que te dejes llevar por lo que sientes y dejar de ser
ncuentro debe ser especial. Sólo es
la de los libros de romance que una vez leyó estando en la universidad. Par
e la luna en un hermoso lugar, lleno de flores y vel
ón, y que la pasión que los enamorados sintieran debía ser co
ue solo dos personas realmente enamoradas podían entender y no como el simple deseo corpora
as normas y reglas respecto al amor, se había dejado llevar por
lgamos un rato. ¿Quieres? -propuso Josephine intentando distraer el pesado ambiente que se estaba formando. La invitación hizo q
an pesado que solo hacía que se acumulara en sus fosas nasales. Toda la habitación estaba manchada de sangre, las paredes, los pisos y los viejos cimientos del techo emanaba putrefacción. El sonido de las cadenas arrastrándose por el frío suelo de
so es lo que eres un bastardo hijo de
rara su vista buscándolo, pero no lo lograba ver clara
erlo... Por favor..
ncerlo del atroz acto
nos amedrentamos por nada, somo hombres fuertes, rud
sangre. Soltó el arma sintiendo que le quemaba. Llevó sus palmas a su ropa para limr, no pue
r por el frío, la oscuridad se volvía cada vez más
cero lo mato a él y te mato a ti como
do el crujir de la vieja madera bajo sus pies, el pegajoso y nauseabundo suelo amortiguaban sus pasos. Pod
por favo
la voz. La sensación de
os Boris. Lo sabes, somos mu
a él lo llenaron de miedo, las suplicas de piedad inundaron sus oídos. Todos esos cadáveres se amontonaron a su alrededor acorralándolo y dejándolo sin sa
agar por todos... debes pagar po
resaltado por la pesadilla. Su rostro es
e su cuello la llave de la caja fuerte, digitó como pudo el código de seguridad seguido del lector biométrico
ó entre todos esos papeles las fotos que hacía mucho no veía. Los nervios lo inva
yeron y se esparcieron por el suelo de su habitación. Nuevamente sonaron los golpes y se di
r? -preguntó su nana desde la puer
persona que mejor conocía sus temores y las ra
u hijo mientras entraba a la alcoba. Observó los papeles regados en el piso y levantó su
especial... -guardó silencio cuando recordó el hombre
. -le instó su
l, no hay duda de que era él -dijo sentándose en la mullida alfombra frente a su cama y
licaba Petra acariciando con amor el cabello de su muchacho-
para mirar a su madre directamente a los ojos-. Lo hago por ella