Siempre serás mía
jó en coma inducido, Nicole parecía molesta por tene
ía impidieron que la pareja celebrara un año más de noviazgo. Alexandre siemp
n. Ella leyó otro capítulo del libro de Brontë, miró d
l bolígrafo azul encima del cuadern
base del cráneo y colocó los papeles en el libr
ágina y la cerró. - ¡Usted es muy
enormes puertas dobles que conducían al balcón de
voz gruesa de Alexander, quien estaba leyendo el pasaje donde Heathcliff escuchó una conversación en la que Catherine le
ndo? Tienes que re
las tontas. - Alexande
- Nicole tomó el libro de su mano. - ¡No quiero
lexander tiró de e
u cuello hasta sus senos. Lamió la curva del pezón que se endureció con el calor de su
un intento de amarla, tocando su cuer
movimiento de los dedos que la penetraro
ió todo su cuerpo. Sintió la presión de la estrecha cadera de Alexander que encajaba entre sus
no contra el pecho de Alexander y lo empujó, se compuso y
su rostro se enrojeció. - ¡Eso es normal! Necesito sentirte. - Él
escapó de sus brazos. - Además, no co
ojos, se acercó a la me
Miró la cama de nogal donde Nicole yacía con
rqueó la ceja mi
. - Alexander dio unos pasos hacia Nicole y se arrodilló. - ¡Cásate conmigo, mi amor
a asustar. - Sus labios se mov
.
rano, la pareja viajó con unos amigos a Balne
llo Bordeaux y Jenny Kim, presenciaron la unión de Nicole y Alexander ante un juez de paz. Poco después de
de arena. El agua salada lavó los pies de Nicole mientras corría hacia los brazos de Alexander. Esto par
Alexander levantó a Nicole por la
.
ora. Ella miró el cuerpo perfilado por el camisón rojo en el reflejo, un escote redondea
onó a la mujer reflejada en el espejo. - ¡List
ino hacia la cama. Alexander estaba sentado en la mesa del porche con
lista!
estaba acelerado y
su silla y le ofreció una copa
s que
o para r
ien! - To
de cristal tintineaban por la fri
o e invitó a Nicole a bailar. Él puso su mano alrededor de su cintura. La besó en
lido tono de voz susu
nuda y besó la piel de su hombro. Sus manos tiraron fácilmente del tirante de su camisón,
uiero hacer
o de Nicole se relajó en las suaves sábanas de seda. El pezón de su pecho se hinc
l la tomó por las nalgas, la atrajo hacia él y se estremeció
osos pasaron de su vientre al ombligo de Nicole y se deslizaron dentro de sus braguitas. Su lengu
ander arrancó la te
uró, la voz a
eslizó entre sus piernas y entró lentamente. Alexander gruñó mientras rompía el himen y entraba en
umbró al grosor de su marido. Apretó la espalda de Alexa
ió en la carne apretada. Solo ese momento ocupaba
del placer y se entregaron a los impulsos que hacían que
estallaron en frenesí. Los gemidos hicieron eco con la deliciosa sensación, la agarró
der se aceleró, su cuerpo se relajó mient
.
olver para encontrarse con sus padres y abuela, quienes ya estaban enterados del matrim
el apoyo de la Dra. Sophie Bittencourt. La abuela de Alexander siempre lo ap
egaron a la lujosa casa de San Conrado, donde Alexander
encourt, fue la primera en hablar sobre
y, no pudo conseguir el apoyo de la única mujer que podía ayudarlo económicamente. Su abuela insistió en que él debe
vivir del amor
minar mi residencia e
Nicole que estaba tranquila al lado de su tía. - ¡Conf
quien la llamó puta y dijo que era igual que su madre. Joanna había trabajado
jo con vehemencia mientras se volvía hacia Alexander. -
s papeles del cajón del escrit
desaloje las habitaciones. - Sophi
s intercambiaban miradas. Sabía que su esp
tía no pueden sa
a si quieres... - s
ra mantenerme y continuar mis estu
favor! - habló con Nicole y su
.
uñas. Ella caminó por la habitación esperando una respuesta. No quería vi
sposo apareció en la habitación y a
trimonio con Nicole, viajaría solo a Francia donde completaría su
miedo de vivir sin el apoyo económico de la f
arga y calurosa haciendo el amor. Nicole prometió que sería fiel y visitaría a Alexander de vacacion
celular. Ella esperaba que él regresara de vacaciones para advertirle sobre el nacimiento de los be
y de tener una acalorada discusión con el mejor amigo de su exma
llizos, y aún con el juicio de su tía Joanna, siempre re
rectamente a las escaleras que la llevarían al primer piso. Nico
s en su espalda empujándola. Su cuerpo rodó por las escaleras mien