Mi Historia Atada A Un Sueño
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para comenzar mi última semana como universitaria, me arreglé, y subí en mi
til, pero me salté esta parte, pues estoy muy anciosa por c
días de
a, por cierto, el hecho de que quiera ser actriz no significa que me haya especializado en esto, para nada, me especialicé en literatu
oletos de avión, dormirían en mi casa, ya q
iones, sólo que esta estará vacía, se encuentra en un medio arbolado, cerca de un la
ipaje, tres inmensas maletas, nos acostamos a do
diciendo que eran las nueve, levanté a Paula y a Raquel por los pelos, y entré al baño y salí en un abrir y cerrar de ojos. Me vestí, y a diferencia de otras circunstan
il veces que estaba estup
do, es curioso, nunca tienden a ser tan puntuales los vuelos , pero clar
acer comencé a llorar desesper
va a estar bien - me d
delante de nuestras narices, ¿ahora qué hacemos? -
.- Vamos a conducir hasta Nue
n viaje muy exhaustivo. Son
e.- Natasha, tiene razón, es la única forma, claro, también
- respondí hacien
nos quedaríamos tiradas. Así que listas para la aventura, salimos camino a Nueva York, yo estaba de los nervios cada parte de mi cuerpo temblaba,
qué, qué haríamos en esta situación? No había nadie cerca a quien pedirle ayuda, y para poder seguir tendríamos que cambiar el neumático por el de repuesto, cosa que ni mis amigas ni yo sabíamos hacer. En ese momento estaba
oz alentadora al ver mi estado de ansiedad.- A ver trae el gat
ndo en un lenguaje to
De qué hablas? - le p
que se cambia la rue
saben hacerlo? - v
tener - comenta Raquel.- ¡Así que vamos! Manos a la obra - nos inc
de tanto esfuerzo no había forma de colocar el neumático. Cansadas, sudadas, llenas de aceite de co
que si quería conseguir lo que tanto me pr
la alegría que sentimos al terminar, que casi no nos importaba estar bañadas en sudor y oler a camionero. En fin,
daba mucha vergüenza ver como todos nos miraban, y como los hombres babeaban pensando Dios sabe qué cosas a
eor, sino que dimos con la sorpresa de que al parecer un grupo de
basura. Si les soy sincera estaba harta, a punto de mandar al diablo el viaje, al malito Joseph Harper y todo, pero si hay algo por lo que me caracterizo, eso es la perseverancia así que eso no
ciudad, siempre que venía en las vacaciones, todo lo que hacía era quedarme en casa, en la zona arbolada, donde la naturaleza me reconfortaba. Así que al
Paula me
sueño! - me dijeron
bamos abrazadas
imo rincón, la organizamos y pusimos nuestra ropa en los
después de dos horas buscando en las páginas más actuales, por todas las redes sociales, por fin dimos
acompañaba con mi cazadora negra de cuero favorita, botines negros al tobillo, con cr
a me tomó del brazo. -
ran conmigo en ese momento, pero por más que insistí se me hizo imposible. Por lo que Paula y yo salimos después de llamar a un t