Invasión: Sangre y Guerra Libro I
gruesa capa de humo morado. El cielo siempre es morado ahora, en varias tonalidades dependiendo de la hora
elículas y fotografías, las pocas que quedan. Los intrusos, como algunos los llaman, son vulnerables a la luz solar directa. No los mata enseguida, pero sus habilidades se ven comprometidas, se vuelven débiles dando a los humanos una oportu
os trabajando, seleccionando quiénes irán para los campos y cuáles para el matadero. Los campos en los que se mantienen vivas a las personas, no son más que unas granjas, lodazales llenos de inmundicia en las que son obligados a vivir. Salen solo para realizar trabajos de servidumbre y construcción. No existen muchas opciones, es eso o se