Ice Heart
a, actual H
en
uia, uno de los reinos vecinos. Ha venido a disfrutar de las fiestas y el banq
lizar los actos más escandalosos y pecaminosos conocidos por la humanidad. No es solo que se deleite en
bomin
so tiene muy mal carácter, es mal genioso , prepotente, tiránico incl
verle. Yo por mi parte debo andarme con cuidado. Desde que llegó, hace d
és de un hombre que se comporta más c
stado de Washington
en
emente sobre la Tierra, soy una de los pocos que sabe la verdad. Los vampiros son reale
su lealtad a Filipo II de Macedonia, su hijo mayor Hefestión se crió con el hijo de Filipo. Convirtiéndose pos
a es el Mégas de la raza sobrenatural que comenzó con él. El hermano menor de Hefestión tuvo hijos y los hijos de sus hijos
mo como para saber dónde quedan los restaurntes y cómo llegar al campus de la Universidad de Cornell. El patrón de mis abuelos pagó mi beca para que estu
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levó a ello. - Kyrios Alexandros me contemp
ios,
n gesto que conozco perfectamente. Significa
diar allá y cuando termines tendrás un puesto asegurado en uno
pone en pie y me traspasa con
mente durante tantos años, si por mí fuera...¡ te estrangularia con mis pro
malagradecida, es
res, silen
ven de tu edad. Desobedeciste mis órdenes deliberadamente, llevaste a mi huésped ha
el puente de su nariz. Bufa ex
ntes lágrimas
tus abuelos a Atenas. En unos días sale tu vuelo hac
ho cambiada. Nunca m
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yrios Alexandros parece un ángel caído del cielo. Mujeres mucho mayores y experimentadas que y
a y suave describe exactamente como me siento. Triste por la separación forzada con mis abuelos, tr
Me desempeñé como sirvienta en su mansión de Atenas. Cuando mis abuelos me presentaron ante él, dijo que yo era
rón había dejado su conducta de mujeriego de la noche a la mañana y había mandado a construir una inmens
hacia mí, la orden de construcción de Villa Philipides, incluso me cree la ilusión de que no me reclamaba porque me consideraba demasiado joven y que por respeto a mis abuel
se vino abajo cuan
ros artículos. Pensé que eran para mí, por lo tanto ignoré el pedazo de papel que tenía escrito
a un baño antes de beber su copa de sangre a las nueve. Estaba ansiosa por hacerle saber que conocía sus sentimientos e intenciones y que estaba
s días después le escuché hablar por teléfono. Gracias a esa conversación descubrí que su guarda
celos que me dediqué a molesta
fuera una mierda, como él hizo, me ha hecho odiar esta ciudad no, este puto país completo. No diré nada en internet aunque los detalles sobre su misteriosa nueva mujer haría
re volver a verme nunca más, se equivocó. Soy yo quien no quiero volver a verlo mientras viva. En cuanto me gradúe soli