El convicto
su entra y sale de mi interior. El calor llenaba mi cuerpo y no me se
mente a la que ahora mismo no podía acceder porque toda yo
mi nombr
la manera exquisita en que sonaba aquel
ntra mi sexo con tanta fuerza que me daba golpes en el clítoris solo con la violenta fricción. Era una locura su posesión sobre mí. Y
e sus muslos y caía sobre ellos con descontrol,
e mis pezones con sus dientes, alternadament
n cada espacio de piel que dejaba cerca de mi boca
que grit
el mío como un gran mástil entre los dos y no pude dejar de obedecer cuando me hundió la polla h
seas!...me
y siguió embestiendo en mí como si le fuera la vida en ello. No
potente, cada vez me abría más a él y empeza
no de los brazos que me presionaba mientras él se c
sido al
.
.., eres una puta locura. Me vas
-le manoteé el abdómen con poca fuerza y jadeando dije -y que sepas que tendr
con un brazo sobre su vientre y las piernas abiertas y estiradas y yo..., yo no sabría decir como estaba porque no cons
er a hacerte
abrir los ojos cuando le
a así, no podría asegurarlo pero lo siguiente que supe es que su boca se h
yo creía que me faltaba, volvió instantáneamente cuand
re cuando quiere y no hago mucho por resistirlo
instantes en que me tiene siento que soy la diosa que el menciona todo el tiempo y nadie nunca, m
sto cuando me tomaba por última vez en la bañera, que era u
adicta al se
.
jos y me pesan. Algo
de mover y siento que no consigo
o, sin
a, siento que no puedo controlar m
jos y cada una de esas veces la repuesta es la misma, mi cuerp
problemas y cuando la empiecen a buscar vamos
ona mayor, no lo sé
en crisis nerviosa pero solo internamente porque mi cue
te y co
personas que no conozco de nada y que evidentemente sí sa
ente epifanía: M
do tomada como un mandril por el francés del demonio. Luego de eso me dejó en su cama pa
e dijo que me sacaría del
pued
co!...Mu
la misma voz de antes me llega
al avión, no me to
ar caza... es su ma
e tal vez no fue el francés qu
na, la loca de Sami también me propuso algo parecido... ¡Jode
ició
ndo me cargaban para moverme, conseguí estirar una mano asust
as, me
oño le importa
, me inyectó algo en el cuello y nuevamente sentí que me dormía y les daba con esso, toda la posibilidad de
anos del destino y