El Infierno de las Gordas y las Flacas
ndo y acostada, comía chocolates y hamburguesas a las cinco de la tarde, no me afectaba mi gordura, hasta qu
ara bajar de peso, también coca dietética, ja ja, me arreglé con el que más
na dieta ni ir al gimnasio. Para vengarme, fui a ver al padre de Martín y le conté que él tomaba merca
empanadas que estaban sobre la mesa y que no pensaba comer, ja ja. Hacía ejercicio en la cinta, así pasaron diez meses, estaba flaca, h
, abrí la puerta del auto, me bajé y vomité al lado de un árbol. Volví a subir al auto y me encerré. Cuando mi vieja volvió con las bolsas del mercado para cargarlas en el auto me encontró desmayada, me había vomit
mando una banda de rock, la banda se llamaba Anorexia. Llevábamos
reía que iba a morir electrocutada, dos latidos más. Mis compañeras gritaban para que me saquen el cable del cuello porque estaba a punto de ahorcarme. Me desmayé, lo último que recuerdo es que se abrieron las puertas del garaje, eran mis viejos. Se habían enterado que hacía más de un añ
de cuchillos y agujas en los brazos. Cuando abrí los ojos
tuviera fuerzas para levantarme lo haría y le clavaría las uñas a mi hermanita en la cara como una gata mala y le haría lamer mis heridas. De acuerdo a las palabras de mi hermana, yo era una fracasada y un dolor de cabeza para mis padres. Le pedí a la enfermera que sacara a mi hermana de mi vista y que no quería
mentos a través de una sonda y yo soñaba que estaba desapareciendo, que era un fantasma, nadie me veía ni gorda ni flaca,
a y que me iban a sacar del hospital en una bolsa de consorcio y me pondrían en la vereda junto con los r
preguntaban si quería ser gorda o flaca, veía un balde para vomitar y una mesa llena de pizzas, milanesas y hamburguesas. O me moría comiendo como gorda o dejaba un lindo cadáver como flaca. Fui hasta la mesa y empecé a comer pizza y empanadas, arrasé con todo lo que había
ron toda. Mi corazón volvió a latir, en ese momento me desperté y les dije a los médicos que quería tener un peso normal, no qu
eron que mi corazón estaba bárbaro, que era raro que hubi
mi familia estaba esperán
rcadas y así poder vomitar. Vi a una flaca caminando por la calle y también vi como todos los tipos la miraban. A la gorda se le reían o la ignoraban. Me aferré a la pileta del baño y p
é con ellos. Estaban tomando un par de cervezas, menos Martín que estaba con su vasito de
como decir que Estar Sedados de los Ramones es para drogadictos, cuando en realidad es para recuperar
a Brizila y le dije: "Vos sos mi amor, nunca te dejaría ni por todos los chicos del mundo". La besé y ella se
r con él y le di un beso a Brizila, que manera de armar quilombo, yo sola recuperé mi peso y me
o, en ese momento le corté un pecho, no la iba a matar, sólo quería lastimarla un poco. Me había quitado a Martín y ahora no quería estar conmigo, querían enseñarme moral, querían hacerme sentir culpable, que si era flaca, que si era gorda. Martín me dio una patada en la cara, perdoname, me dijo. Salí corriendo otra ve
un par de piñas. Mi viejo se despertó y vino a ver lo que ocurría, mi hermana le dijo que yo estaba re borracha y que me había encontrado
ué que era la chica que cantaba y alguien me dijo: si, yo soy Mercedes Sosa, hasta que por fin me vi
la casa de la guitarrista de la banda. Me desperté descompuesta y fui al baño, me miré al espejo
ientras le decía que no iba a desaparecer, la guitarrista nos separó. Volví a
en mí, tratamos de ayudarnos para no enloquecer, ni odiarnos por lo que somos, nos amamos por lo que podemos ser. Sólo podemos ser nosotras mismas, es decir, sólo puedo ser yo misma y mis fantasma