Me enamoré de él irrevocablemente
lado del teléfono, pero ninguna de las voces, era de él. Cuando no podía dormir, solía llamarlo para que me contara alguna pequeña historia o una experiencia graciosa que haya tenido, hasta q
rar a mi cuarto. Su sexto sentido
ol
podía reconciliar el sue
e equ
Puedo dejar de ser t
pero son cosas
que ver
ómo
nocía más de mí que yo de mí misma-, pero más lo he
nuestr
los vidrios era
o -tapé mi car
pasado entre ustedes dos -me
us sent
Có
eso y fuera delgado como yo, le dije que sí, mien
, ¿te import
lo vi tan ensimismado en cambiar su aspe
s que no l
siempre fuimos amigos, los mejores, y nun
ro hay a
ue por su culpa no
por cul
ser nuestro amigo
g? Debería ir a hab
aremos la forma de cómo arreglarlo ent
robablemente tengas que recordarle todos l
él l
r sentado, y en estos momentos
é una carta jun
preguntó mirándome fijamente como
eso, ¿tú habla
les dijo que
ada
da más, tú hablaste
lo que un enfermo dirí
ija. Debes descansar o no
Di varias vueltas antes de que pudiera reconciliar el sueño. Nunca pensé, qu
o Aarón, quien me
s grave y la fuerza de
asu
pero no estaba. ¿A qui
toy
amos a poca distancia, su aspecto era otro, no lo reconocí, se veía demacrado y tenía una mi
preocupado mientras recorría
uitó mis dedos
ho frío y sabes cómo
mis manos s
rente y también estaba a la mism
fue el abrazo más incómodo que he recibido-. Es
ida mientras me alejaba-
, y encontré una forma más rápido de conseguirlo, p
eso, ya eres perfecto p
luso
S
no lo diji
ortar que. Tomé distancia y coloqué mis brazos sobre mi
, ¿cómo era posible que todo esto me estuviera carcomiendo? Cogí mi celular y con lo que me quedaba de bate
ra estar seguro de
e, yo... -dije, pero mi voz temblaba y
curre?, ¿por qué
una pe
más si
dando y con
frente, ¿ti
N
tus padres,
ero ala
que hace
que hacer, tú eres el i
s -nos reímos-. ¿T
creo
uego te arropas de la cabeza hasta
sonrojes!, pe
én lo hará contigo. Vuélveme a
a bañera. Salí, me sequé por completo, cogí la pijama más abrigada con una
ol
pa, ¿te si
un
ablar de tu
por
des contar con
adilla tan mala que
aga reír porque t
ue te avergüences
os minutos y continuó-. ¿Q
asta quedar
e te cuente
sta que mi celular se descargue. S
yo no
ro q
lado de nuestra almohada, oírlo respirar re
mos hacer cuando tus padres nos dejaban a solas. Así te