No Gracias
Isa
sta moviendo el trasero cantando "¡You won, You won!" Cuando mi teléfono repicó, observé la pantal
respondí, usando m
cuché el grito al o
mi amiga Pilar. – felicidades me alegro por ustede
enes que venir a mi
del mundo, pásame el día que tienes pensa
adrina / ayudante así que no puedes perderte nada.
e viviendo en Fráncfort, cuando hablamos,
fono no reconoció el número – comenté
la imaginé haciendo un puchero –
espacio para tu boda – me resign
te, Isabel María? – al decir mis dos nombr
tenido que ser yo quien ha ido a España, es mi
– ¿Te has vuelto loca? no puedo dejar la oficina por un mes – objeté. –
ompiendo. – solté un suspiro pesado, llegare
feliz por ti, te llamo al final de la tarde
erdo, su
ro, cuídate y s
qui
ista con un prospecto de cliente y una reunión de socios. Al final de la tarde al llegar a mi piso, me quité lo
ntes. Me fui a dar un baño, ponerme unos shorts de algodón grises y una camiseta rosa para irme a la cocina
estó al segundo repique y me l
ya tengo una copa de vino llen
en la Franklinstrabes 65, lo hemos visto juntas cuando viniste. Quizá ya lo olvidaste con
io cilíndrico que tienen en el lobby, Luis me llevó hacia el ascensor, ya para final de la cena estaba medio raro y al tomarme la mano
tro aniversario. Vamo
a entrada admirando la amplia sala con un mueble divisorio, que tenía un televisor giratorio, luego caminé hacia
pondí con la
s de rosas fucsia que combinaba perfecto
respondí con lágrima
ba con una rodilla en el piso y most
la foto y
la cámara para qu
un solitario de oro blanco con un lindo brill
tedes – dije con un nudo en la garganta – Te extraño,
e extraño mucho hermana, sabes que eres más famil
e matará – dijo refiriéndose a mi mamá. – Ay me están llamando. No sé quién será
uis – y así colgamos lanz
salada y saboreando el Cabernet Sauvignon del 2000 mientras los re
cuando no estaba en la escuela o en alguna actividad extra académica como las clases de inglé
eta tipo Vans gris, de ahí bajaron una hermosa y alta señora María Concepción, la mamá de Pilar; con su cabellera perfecta co
nes, me alegré instantáneamente porque ella podía ser mi amiga y corrí hacia la reja para ver cómo entraban a la casa de al lado
Pilar ¿y t
l, ¿vas a vivir a
sa, ¿quieres ser mi
un par de amigas en la escuela y vivían lejos
ado de los columpios para tomar una de mis muñecas preferidas, de cabello marró
n quien llevaba un caso en conjunto sobre la división de una empresa pidiendo unos documentos, se los envié y revisé mi agenda