Amor Mio. Eres Indomable
aron, más calmadas, y l
—inquirió la pelirroja, pas
eé la
en la primaria y ya ha recibido burlas
n y se apegó a mí, c
peor de todo era que él no debía adaptarse a los demás, sino los demás a él. Mi hijo ya había sufrido mucho gracias al prejuicio de montones de adulto
o quita de las manos, pero finalmente todos los esfuerzos dieron frutos. Sin embargo, mi niño quedó marcado para siempre, ya que perdió parte de la función de su intest
pesar—, eso gracias a que tienen padres de mierda. Yo ya cr
é, mir
roceso largo, enfrentando designios de la vida que por poco la hacen decaer. Al menos tenía a Richard, que
erá difícil… —Pero no imposible —me interrumpió mi
alistarte para ir a esa despedida
—le repr
es tu oportunidad para demostrar que eres una mujer madura y fuerte, capaz de hacerle frente incluso a esta situación. Ad
tras que Victoria tenía los ojos grandes y u
rato, ¡nada más! Es sólo a ver
tras que Jenna se lamentaba, porque a pesar de
sonreí frente a mi
despamp
eño escote sutil. Mi cuello de cisne estaba despejado,
jo mamá, quien ya había
s. —Le
a Victoria, sabes que es
r
a Jenna, mi puritan
rtir le di un beso a Fred de buenas noches y me quedé un rato mirándolo, pensando en lo mucho que seguía costánd
a llevaba gafas y su fiel pañuelo rojo al cuello, instalada en su descapotable. Jenna estaba detrás, temerosa de lo que
—exclamó ella, acomodánd
el coche y emprendía carrera al lugar en do
despedida sea aquí —d
son, una discoteca lujosísima y e
ance de ocuparla para celebrar mi te
a dispuesta a golpear a quien sea que se le
ándose las gafas y luego abrien
, que parecía más temer
problemas por esto
será así —resp
onfío
o para que entráramos. L
es rojo, rosa y negro. Todo gritaba despedida de soltera, desde los Gogo Dancer encerrados en jaulas, vistiendo sólo un apretado intento de zunga mientras la piel les chor
to acá? —me pregun
s acercáramos para escuchar la convers
cepto si uno de los strippers se pone coqueto, ¿eh? —se rio, dándole un codazo al calvo de 3 metros—.