Bellator
r la criatura que habitaba en él, nunca sabías donde las encontrarías. Los Cantabria
emidades con unas garras mortíferas capaces de cortar extremidades. La mayoría de las veces estaban en manadas y
rrarlos en el infierno, gracias al poder que tienen para controlar animales de todo tipo. Esa era la ra
oparse con semejante ser. En ese momento se sintió observada, miró a su alrededo
nochece y aún no tenemos un sit
pero por aire no -Aidan tenía razón, en aquel momento era el mejor plan
ver las caras largas de s
uien se alzaba en vuelo con ella en brazos y sin más los siguió, dieron vueltas en el aire por varios minutos ha
ntras exprimía su pelo largo que había que
glees sigu
ugl
omida a los Cantabrian, una bestia que s
por otra cosa, no sé si debería preg
ntó lejos de la entrada, colocó su mochila enfrente
sancio le empezó a golpear, se quitó los zapatos y cogió su mochila como almohada para descansar. Aidan hizo lo mismo, en cambio Neahm,
uro que los
forma hacer que el fuego llamara la atención de los monstruos del bosque, el plan era que mientras ellos ib
to como se aceran alr
-¿Un Cantabrias t
porque si cruzan el río para lleg
s encontraro
duda estaban apretados, no tenía sentido salir y luchar, pero tampoco podrían pasar la noche con
ueno ocurría cuando se dejaba consumir por él, tampoco tendría buenas ideas. De pron
der para de sus dedos saliera una pequeña llama, que iluminó un poco el lugar,
en una cue
por favor, no es momento de h
guntó mientras se volteaba frente
o tenemos nada que
enfrentarse a esa manada de allá fuera. -. Cada vez que dec