Novio Falso Amor Verdadero
GA
hombros vi que estaba justo tras de mí, incluso demasiado cerca, sonreí lentamente, así que era de las que aceptaba las cosas que le decían sin rechistar. Ajusté el paso para que quedáramos ho
a al lado de la ventana, le cedí el paso, como caballero que era, y ella lo hizo, pude ver por la rigidez de sus hombros que estaba nerviosa, r
de contarla, como si se divirtiera haciendo eso. Miré a su cara, que tenía una sonrisa plasmada, pero había algo en sus ojos que no me dejaba pensar en ella de manera infantil, sus ojos no compartían la alegría de sus mejillas y labios. Cuando contó una anécdota de su infancia
ijo con los oj
eresantes como las tuyas -
nsistiendo - Al
da de mí, no me interesaba q
pasé huyendo de las amigas de mi madre - di
oz baja - Si te incom
pareció encontrar algo que le dio miedo en mi fugaz mi
entí una curiosa y pequeña picada en el pecho que s
. Cuando me cansé me quite los auriculares y me repantigué en la silla cruzando mis brazos sobre el pecho, cerré los ojos pero no había pizca de sueño en mi. Eso era malo, al menos par
por sorpresa la suavidad de esa piel. Pensé que después de todo si estaba frente a una niña, y si lo meditaba bien jamás una mano tan suave había rodado por mi cara. Seguí con los ojos cerrados
de esa manera se daría cuenta de mi estado y eso me perjudicaría un poco, especialmente con alguien como ella. Sentí el hueso suave de su pómulo sobre mi pectoral izquierdo y ella se acomodó. No se movió mucho y despué
sus cabellos inspiró su aroma, su perfume penetró por mi nariz alertando mis sentidos. Ahí est
en donde ya tenía archivado su tacto, -¡ Basta cuerpo !- me dije. S