Ven aquí, cordera
al, por lo que comenzó a tenerle miedo. Aunque el hombre estaba presionando todo el peso de
a accedería a ten
. ¡Deberías agradecer que todavía estoy dispuesto a follarte!", le gritó Jack ferozmente c
o por el sonido agudo de la bocina de un automóvil que
ardia, Emily alzó el pie para patearlo c
ojos por el dolor insoportable y de
completamente horrorizada. Corrió lo más rápido que pudo sin siquiera prestar at
mily...", Jack no podía aceptar que ella se hubiera escapado tan fácilmente. No soportaba el hecho de haber sido traicionado por su amada novia y lo transtornaba la idea de que se había acostado
che que había interrumpido repentinamente la velada con su ex-novia. Así qu
ltaba el Maybach estacionado no muy lejos de ahí. No solo sabía quién era el d
Maybach y caminó hacia Jack, con una expresión sepulcral en su r
se arregló la ropa y se enderezó mientra
tan solo tres años mayor que él y aunque Jacob todavía era joven, ya ocupaba el puesto de CEO en la compañía de la fa
el interior del auto, pero de alguna manera seguía sintiéndose temeroso, como
az!
e forma inesperada y como respuesta, recibi
bras; estaba completamente atónito p
rlo mucho, le dio una patada rápida y feroz en el abdomen, que lo tumbó en el suelo al instante e hizo que se retorciera del dolor. A pesar de que le tenía res
mucho más y, en vez de parar, continuó atacándol
evió a defenderse ni a responder a sus golpes. Simplemente soportó el dolor y aceptó cada golpe sin inmutar
rado sin haberle dado ninguna explicación. Sólo se permane
niendo todo el cuerpo dolorido. Además, todavía no sabía por qué Ja
ortunidades, incluso llegando a otorgarle ciertos privilegios. De hecho, siempre le había
uello era porque se había enterado de
había sido porque Jacob lo hubiese atrapado con las manos en la masa justo en el momento en que estaba forzando a
en cuanto a Emily... ¡¿Cómo es que se había atrevido a traicionarlo?! Entonces, ju
la noticia de su ruptura se había extendido por la compañía como un incendio forestal. Y para empeorarlo, gracias a las mentiras de Rose,
sma', reflexionó, aunque no dejaba de preguntarse cómo es que Rose podía ser ta
ambién había sido asignada como una de las asistentes de Rose, quién no podía estar más contenta, ya que creía que había vuelto a derrotar a Emily. Rose siempre había estado celosa de ella por ser u
on asignaciones a propósito, para que tuviera que
a noche. Tan pronto como se dispuso a irse descubrió que todos ya se
o de partir cuando notó que la puerta de la
o ninguna duda de que Ros
te escuchó un "crac". Poco después, las luces de la oficina se
ustrofobia; además la oscuridad le recordó el trauma que había
intención, pues como habían sido amigas,
a ver nada. Entonces, Emily se calmó y busc
on con excusas y le colgaban al instante como si se hubiesen puesto de acuerdo para exc
gos y los únicos que tení
decidir llamar a Jack. Esperaba que él la
ranzas se desvanecieron cuando fue
supuso que tenía la intención de provocarla exhibiendo su intimidad
y no pudo evitar sentir náu
o estúpida que había sido la idea
r su decisión, Emily se sentó contra la pared y sostuvo
s y los recuerdos traumáticos del secuestro que sufrió en su infancia poco a poco fueron acaeciendo en su mente, brotando como consecuencia de la ansiedad qu
as de sudor no tardaron en perlar su frente. En seguida agarró su teléfono con