Mi desastrosa Cenicienta
os más. Aunque nunca eran cinco minutos, eran en su mayoría treinta o sesenta. Por supuesto, Brooke tenía que correr con todas sus fu
más cálidos corazones, cuya sonrisa podría darles vida a miles de sistemas solares. A los ojos de Brooke, no había nadie má
ionando que su mano pasara de largo y tropezara con uno de l
Gritó su madre des
astre ocasionado por su torpeza, no había día en el que no chocara, tropezara, cayera, rompiera o perdiera algún objeto
un cabello de su cabeza estuviera fuera de su lugar. Su deseo era entrar como estudiante de diseño de moda, por lo cual, su apariencia, pensaba ella, debía se
ellos, había demasiadas flores y aves, además de eso, el enorme árbol de cerezo que ta
ía ningún otro mejo
itían. Cinco minutos después había llegado al encuentro de Andrew,
hoy- tomó la mano de su novia; sin embargo, ha
lla contraria, era un gesto que le agradaba a Andrew, a
Anunció su compañer
al?» se preguntó, comenzó a jugar con sus manos. Su mirada no se despegaba de
ía Leonilde? - la
Le pasó algo? - cuestionó
se encuentra fuera del país y necesitan que alguien les ayude
ás de la ciudad? - preguntó
no quería interferir entre su relación famili
y por un momento obtuvo el v
conmigo cuando estás próxima a entrar a la universidad, que con tanto trabajo te aceptó. Me sentiría fatal, al hacerte renunciar a tus sueños. Brooke, mi querida Brooke, volveré lo más pronto que pueda,
uiera sus lágrimas aparecían a pesar de desear llorar y de estar o