Amada por un hombre poderoso.
mbre ocupado, por lo que
y su pequeña hermana, Annie, pero Alessia vivía muy cerca de allí, junto con su molestos
salud peligraba, sus hijos querían estar cerca, muy cerca de ella y ninguno dejaría
iba a casar con aquel hombre en algún momento y p
í." Dijo en voz baja, p
decirse
decirse que me
modo, te estaré forzando a tener una vida mejor, en
ensar las cosas, pero seguía si
ra su salud. Pretendía presentar a Ariel así, tal cuál estaba. Que fueran conscientes de que si lo acorralaban, nada iba a salir bien. Sabrían lo que era oponerse a Alejandro o intentar acorralarlo. "No te preocupes, de ah
se iban a enamorar, Ariel no estaría con aquel hombre y eso lo tenía muy claro. "¡No haré tal cosa! ¡Sería como darte mi caji
de ella y le acarició la mejilla, se enfocó en sus enormes ojo
ta que Ariel
ame, tal vez no me ames pero será un matrimonio real. Eso sí, soy un hombre que disfruta de los placeres del cuerpo, la castidad no
o que él se refería y ella no podía decir nada, había dejado claro que no compartiría su cuerpo con él, p
tuvo su vista al frente cuando Alejandro ret
uatro, recié
l coche, aún sin entender como era posible que su jefe solo se hubiera det
r loco, no le encontraba otra l
suelo, consciente de que cada cosa allí dentro la iba a dejar muy s
había un olor muy rico, olía delicioso, como a galletas calientes, a un horno recién abierto donde salía al
ad era má
on esa mujer tomada de la mano. "¿Esto que significa?" Era consciente de que esta a
no, pero mientras ellos se asombraban, Alejandro estaba más que complacido, su plan estaba funcionando. "Pu
debe de tener alguna explicación para traer esa...cosa a casa." Observó a su hijo a
tiene razón, debes de ceder el mando, Alejandro, has perdido la cord
bitación, mi charla ser
ste! ¡Qu
n poco, no esperó menos de la situación, pero aquellas palabras de esa mujer desconocida hicieron que sus lágrimas se derram
no respondió. "Por favor, quiero salir de aquí." Rep
ubría su cabeza y su cabello y luego captó la atención aquello que Ariel llevaba en su mano, contra su pierna. "¿D
no pretendía soltarle y ella solo miraba como aquella mujer se reía de su tesoro. Sin más remedio, Ariel golpeó a Alejandro en
r como se acercaba Ariel a ella, Annie arro
uy frágil, por eso cuando Annie lo arrojó al suelo, todas sus pieza
i su corazón se rompiera. Miró a Alejandro con sus ojos llenos de lág
rse al suelo y comenzar
có en silencio y
Ariel." Más ella no le hizo caso, recogió hasta el ú
uella horrenda mujer y a Alejandro po
u pecho y la protegió de todos. "¿Tampoco viste su valor, Alejandro?" Aquello dejó a Ariel muy triste y devastada, no solo era una caja de músi
a, que vieran más allá de las piezas rotas y sucias, quizás dañadas, que vieran su valor interno, pero ella sabía q