El Día Que Te Conocí
ientras las miraba, sintió cómo todo su cuerpo se enfriab
otras reía. Era hermosa y encantadora, con el rostro mostrando una variedad enorme de expresiones diferentes. Sintió un escalofrío
de miedo, pensando en l
cir?", la voz de Liam sonó ba
sarte con otro ho
las fotos era ella. Sin embargo, había mantenido su cabello largo desde que era niña, nunca se había cambiado el peinado, excepto cuando estuvo en el hospital por
ue dijera era insuficiente teniendo esas fotos frente a ella para contrad
ra la pared. Justo a su lado, había una foto de la mujer con el pelo largo, sin maquillaje.
e: "Tú eres mi mujer, nunca te confundiría con otra perso
a se sorprendió y lo mi
el cabello detrás de su oreja izquierda y sí, ef
tu cintura". Luego le susurró al oído, riéndose: "Oh, y hay una cosa más. Hay una cicatriz pequeña en tu tobil
lejaban en su rostro atónito mientras lo miraba. Él había resumido con e
e Liam se oscureció como si quisiera castigarla. Entonces
él palidecería en comparación con este hombre que era muchísimo más aterrador. Cuando es
abra y luego te casaste con otro hombr
o. Yo no soy...", intent
iam cuando se burló: "¿Equivocado? Te conozco desde ha
ve a
mposi
rece que no quieres recordarlo, pero eso realmente no importa,
vo que respirar hondo porque fue como si le hubiera quitado todo el aire de sus pul
posa". Bajó la mirada, no se atrevía a observarlo a los ojos: "Nunca he amado a nadie más que a
a a admitirlo, ¿verdad? Entonces te obligaré a que lo
a a su alcance gritando: "¡Escúchame! ¡No te atrevas
ido del infierno. Uno de los objetos arrojados por Ivanka lo golpeó en la frente
s labios fruncidos en una mueca de ira: "Puedes intentarlo todo lo qu
a bestia que inmoviliza a su presa. Suavemente le acarició la herida en el
e que estaba a punto de explotar en llanto. "
e va ayudar en nada! Como me dejaste, yo voy a...". La ira inyectó de sangre los ojos desorbit