El Día Que Te Conocí
ban en la iglesia estaban esperand
ce tomó el ramo de novia de las manos de
ue la joven era rica y tenía todo lo que podía desear, la gente insistía en que le
lares. Algunos simpatizaban con ella, pero otros creían que merecía lo que recib
l cielo. La luz de la luna iluminaba la habitación, incluidas las fotos de
río repentino recorrió su columna y casi al instante la
ía abandonado y ya n
y caminó hacia la pared que estaba
ablos está haciendo?", se preguntó él. De repente, le dio la sensación de que a
parecía totalmente perdida en sus pensamientos. Mientras L
ka levantar su mano y frotarla c
beza de Liam y, en cuestión de segundos, corri
aba pálida y sus ojos estaban vidriosos, era como si no sintiera ningún dolor en absoluto. Unos segundos más tarde, el clavo cortó su muñeca y
re seguía brotando de su arteria pero eso no parecía importarle. Súbitamente, se escuchó un fuerte golpe en la puerta, pero ella seguía sin reaccionar, solo
la puerta cerrada. Al no obtener respuesta, siguió golpeando la puer
dirse y ahora lo iba a dejar para siempre, pero Liam no permitiría que eso sucediera. Incluso si quería suicidarse, tenía que pedirle permiso pri
on fuerza. Tim, al ver la escena, decidió acercá
cuestión de segundos, un grupo de guardias se acer
a sangre se hizo presente. El corazón de Liam se
bía algo en su voz que reflejaba el do
mo un día de verano. Liam vio a Ivanka sentada en un rincón de la habitación con l
la habitación. La chica estaba realmente débil, su cuerpo se sentía tan ligero como una pluma en los brazos de Liam. Ella estaba alucinando, se veía a sí misma caminan
ido de alguien llamándola y trat
staba segura de haber escuchado esa voz en
paredes eran blancas de nuevo y olían a desinfectante. El médico que c
respiración de la chica era leve y sus labios comenzaban a ponerse pálidos. La sangre de la b
dolor en su corazón. ¿Iba a separarse de ella de nuevo? Si la hubiera dejado ir, las cosas habrían ido mucho me
¡Te dejaré ir! Si te despiertas, te dejaré ir, ¿de acuer
e Ivanka estaban cerrad
ras se acercaba. Parecía que estaba a
rápidamente, sus ojos se
reguntado a varios hospitales y clínicas de toda la ciudad, pero ningu
ayan donado previamente su tipo de sangre, llámalos y diles que recibirán cien mil dólares por cada 20
ontinuó hablando con l
rmó: "Hay cinco personas que están dispuestas a donar sangre en el Ho
"¡Prepara el h
B City, casi a 1700 kilómetros de A City, pese a la lejan
a prisa, el personal médico se preparó con una camil
cos y enfermeras cubrieran sus oídos, no obstante, parecían no preocuparse po
aba la joven. Los médicos y enfermeras de inmediato pusieron sus ojos en el cuerpo pálido y en estado crítico de la paciente