A Tu Lado Pierdo El Control
estra relación anterior como compañeros de universidad solo para poder convertirs
como herramienta para vengarme de Vivian!'. Spenser volvió su mirada hacia la multitud inquieta y pronunció con un dejo de burla, "Selina, tú ta
linterpretado todo. A
pudiera decir algo más, el joven de repente la tomó de la mano y anunc
do hacía unos momentos se quedaron paralizadas en un instante. Posteriormente todos se v
de que no renunciara su matrimonio por una pequeñez. A fin de cuentas encontrar el amor verdadero no era una tare
cual se puso pálida como un fantasma. Cuando Spenser vio la expresión en su ro
pulcral. Era como si el aire hubiera sido succionado,
una mujer elegante quien expresó esas palabras. Era Alice, la madre del novio. Ella se dio cuenta por la expresión en el rostro de Selina de que en r
l que está a punto de casarse. ¿No aconsejó papá que siguiera adelante con
emecía. Su hijo debió haber sido su enemigo en su vida anteri
aba tan blanco como el papel. Entonces, volteó a ver a Selina y dijo: "¡Selina, te amo! ¿Te casarías c
agancia proveniente de su cuerpo, la cual encontró embriagadora. ¿Acaso era eso un sueño? ¡El hom
su amor por ella. Ella sabía muy bien que solo lo estaba haciendo para vengarse de su
baba de recibir ¡La verdad era que ese era su primer beso! Y se lo había dado el hombre del que había estad
e cuenta de que ya no podía hacer nada al respecto, el padre de Vivian, Victor Ding, pasó de
?", gritó la muchacha mientras señalaba a Selina, la cual seguía aturdida. No había forma de que pudiera aceptar esa situación tan fácilmente. ¿Cómo podría perder ante una mujer que hab
s de decir: "Te dije que nos vamos. Ya me has
a tenía algo que decir, pero su