Dulce venganza.
vuelo de Italia a Los Ángeles tardaría unas trece horas másomenos, tiempo suficiente para planear dentro del avión lo que harían cuando aterrizaran. Necesitaba investig
curría llevarla, bueno, tenía que admitir que era muy buena en lo que hacía, no por nada se encargaba de la seguridad d
de prendas cerciorándose de cuál queda mejor con el clima de Los Ángeles, todavía queda t
ó en las muchas cosas que le haría si perdían el vuelo por su culpa de Ana y sonrió. Al parecer disfrutaba imaginar a Ana sufriendo mien
da de perro rabioso que ponía Leo, no era ni un poco tolerante-. ¿Sabes cuantas veces he sali
. Podría encontrar al amor de mi vida, así que debo verme bien
có a ellos después de la pequeña intervención de su
en eso en nada más..¿Bien?... -Sus palabras no la hicieron flaquear, ella solo se encargaba de las cosas técnicas, hacker, robar in
llo castaño, piel blanca y ojos grandes color miel, su madre había migrado desde su país
incluso tonta, pero nada de eso estaba más lejos de la realidad. Ana tenía un coeficiente d
ue le dejaban muy buenas ganancias, no quería saber más de negocios ilícitos, prefería mantenerse alejado de toda esa vida que había llevado a sus padres a la muerte. Al
y se puso cómoda en su asiento. Estaba emocionada por su pri
Esperó a que algo sucediera, pero no paso nada, se encogió de hombros en
lo miró de mala gana soltando un mohín, y
dijo entre dientes forma
olor a chocolate amargo era un gran playboy. Dejando de lado su sed de venganza, la cual siempre ocupaba su mente, se distraía de vez en cuando con omegas muy hermosas tan dispuestas, como la que ahora estaba en frente de él, era co
n de emergencia -preguntó la azafata sin dejar de sonreír, mi
siquiera iba vestido de manera atractiva, incluso se puso lo primero que encontró, pantalones de mezclilla deslavados y una camisa negra d
por primera vez, la sonrisa de la azafata se aflojó al percibir el suave aroma a sidra de manzana de Ana, pensando que ella sería la acompañante del
que ella fuera inmune a sus encantos, al contrario, se preguntaba que era lo que le veían al odioso de Leo. Al principio quiso alentarlo,