Dulce venganza.
cía su él, siempre solía darle esos sustos. Sonrió cuando tomó as
Vicky. ¿Como
respuesta, Black rio y tomó su mano tiernamente colocando un pequeño dije de media luna
hermoso no lo crees?, hoy es un día especial así que pensé qu
guntó sin dejar de c
ndo junto a su platillo se encontraba su tradicional trozo de chocolate amargo, que todos los días pedía como po
con una sonrisa más ampl
ña. -Le guiñó
re esperando respuesta
ra come que te veo muy delga
e preocupes -Llevó su mano hasta su estómago-. Lo dices por q
icky. -La omega sonrió dulcemente sin objetar an
oco por sus redes sociales, pero el gruñido del a
las noticias de ese día, Victoria conocía a su padre, es
sa a
Dimitri, a subido 1.4% en las encu
ltimamente su contrincante estaba ganando terreno, a la gente le
ró frunciendo a un más el ceño-. Es así co
raer ese a este país? Como sea, podrá ganar una
vencida de que no había hombre más recto más que su padre, de buenos
ro de estado está al teléfono. -Uno de sus guard
cerca del evento de esa noche. Victoria odiaba asistir a esas reuniones, pero no podía negarse, ir
ensaba en sí mismo, además de ser un mano larga, morboso. Juraba que si algún día estuviera en alguna situación de vida o muerte, él la usaría como escudo con tal de salvar su fla
ino! Victoria,
ga incondicional y cómplice, la alentaba para que eligiera el mejor vestuario para esa noc
ocuras. En la vida nacer omega era como un regalo de la diosa luna, pero los lobos de su edad no lo veían así, los Alfas eran muy crueles, sufrieron abuso y rechazos de pequeñas. Cuando se conocieron fue como un alivio. A pesar de no
la tuviera así, era un extraño presentimiento, su Omega interior estuvo inquieta desde que desp
roximándote a tu celo tran
ue en cualquier momento moriría, el calor dentro de su cuerpo fue una verdadera tortura en ella, ni siquiera los supresores sirvieron con ella, le suplic
e muerta, ella apenas tenía tres años de edad cuando la tragedia pasó. Su madre tendría las palabras y los consejos correctos para ella, a pesar de que su
paranoica. -Negó. Distrayendo
tejuela, fue el primero que se probó su amiga-. Deberías de llevarte este, se
ietud pata poder distraerla, le daría el gusto porque no le veía