La princesa rebelde y su guardián.
ombre temido por mucho
nían sobre dos pilares: la inovación y el miedo. Los herederos debían tomar las riendas de los negocios familiares lo más pronto posible,
tían en los líderes de cada ramo, sin olvidar que sus productos era únicos en el mundo y solían ser imitados por las demás empresas; moda, autos, alimentos,
diversas maneras de generar dinero con ellos. Él no podía quejarse de la manera en la que se desarrolló su infancia, ya que sus padres siempre fueron muy atentos. Sin embargo, cuando Alexander llegó a la pubertad, un suceso lo cambió todo y ya nada fue igual. Su madre se volvió una mujer materialista y demasiado frívola. Su padre solo estaba en casa unos dos o tres ve
personificación de un ser diabólico que le arrancó la inocencia y los sueños que albergaba en su alma. Con el paso del tiempo, Alexander se dio cuenta de que su familia solo lo veía como una herramienta que gar
s queridos. Gracias a su sensatez e inteligencia, la decepción no derrotó a su espíritu, y poco a poco se fue interesando en actividades que le ayudaran a impartir justicia; como en algún
influencias de sus padres, y algunos otros que solo lo hacían por la presión social y para encajar en esos círculos donde se reunía la élite de la ciudad. Harto de las personas que lo rodeaban, el joven Alexander puso su atención en disciplinas mucho más extremas como las artes marciales mixtas, práctica de tiro, alpinismo, boxeo, y cualq
ela y el más popular entre las chicas. Lo que detono el odio de los demás fue ver que él siempre los evitaba y que hacía todo lo posible por no dirigirles la palabra; Alexander solo lo hacía cuando era estrictamente necesario, sobre todo en los eventos sociales donde sus familias coincidían y era forzoso inter
frialdad cuando se trataba de defender su fortuna; sobornos, asesinos a sueldo, traiciones, todo lo que fuera válido para mantenerse en la cima. Cuando el mejor amigo de Alexander le contó a sus padres todo lo que había estado planeando, ellos se escandalizaron, pero rápidamente superaron la conmoción y concibieron un plan maléfico digno de cualquier villano. Si la f
nocimientos académicos de su hijo, lo que serviría para administrar apropiadamente los negocios; por otra parte, los mismos reclusos lo entrenarían para convertirse en un delincuente profesional. Antes de su re
res y los habitantes de esta ciudad. Él sabia que esa familia lo sacrificaría con tal de alcanzar sus objetivos, pero la determinación del hombre l
lante. No estaba de más decir por qué la chica tenía esa personalidad; crecer en un mundo de acción, riesgos y aventura la convirtió en lo que era h