Mía.
O
no dormí casi nada. Me costo pegar el ojo e incluso cuando lo lograba dormía
ijo antes de irse menos. No se por que me afecta tanto lo que él pueda pensar sobre mí, no
a espina se enterró e
ente, nunca s
Intento evitar lo más que puedo el reflejo en el espejo, pero al fin y a
o. Mi piel esta pálida, tengo unas enormes ojeras y mi cabello perdió un poco su brillo. Una venda t
í notar que Eric que miraba con cierto bril
e me eq
o que estaba dentro de su envase. Admiro la tenida que tengo puesta que consiste en un pan
da encontrarlo. Por lo poco que recuerdo sufrió algunos imprevistos
do me da la bienvenida, no se oyen ruidos dentro de la casa y antes de caminar abro la aplicación de mi celular p
con la mirada el lugar, admirando la modernidad de todo. Es un pent-house con concepto abierto permitiéndome también ver la cocina, el como c
ue alguna ve
lular viendo que mi taxi se encuentra cerca. Elevo la vista hacia los números que marca l
uvo un colapso en
s espaldas, pero aun así logra sobresa
trándome con una mujer que
de, est
egunta viéndome
moda al notar que ni siquiera tengo mis zapatos
mi
me apunta frun
verdad tampoco la quiero
erva su alrededor –.
mi celular indicándome que mi auto
ce aun más y se
ar al señor, él
imbre del ascensor indicándome que l
tálica sin darme oportunidad qu
dose, pero las puertas se cierran
e la cuenta a no ser que sea algo de la empresa. Dejo claro que no me quiere, que solo su Lobo lo hace. No me qu
rápido sin mirar atrás y me adentr
al, pero creo que no me queda opción. Debo ordenar mis ideas antes de enfrént
R
ndo mi camisa, no más allá de un botón, sino perdería la elegancia. Suelto
n es
a verla. Sent
e se había ido, escuché como Cleo hablaba con ella, pero no me levante de la cama. Sabia
era tan fuerte. Fue una pésima idea que el se restregara contra ella, por que ahora la necesit
ije que le daría espacio, deberé hacerle una peque
la, cada rincón de él. Inhalo hondo regocijándome de la esencia que señala que ella es mía y c
nio a mi costado –. Hay unos co
de la ultima puer
a? – vuelvo a m
Qué te
dentrándome a mi oficina seg
firme, más rápido
uiero verla –
es de la carpeta que te
ima, lo cuelo en mi silla y dejo
omando los papeles y la pluma
inguna
eo superficialmente –. ¿Ning
a nu
do se queda en silencio, su mirada esta fija en mi
regunto entregánd
o est
bien – me enc
? – alza
A
contigo el f
. Huyó el domingo temprano
qué
ue era mi compañera – vue
y camino hacia la puerta con
? – pregunta
S
s a v
la puerta
que grita antes que
sus tres esencias esa es la que más predomina. Owen ronronea y se agita en mi int
ficina. Cierro la puerta a mis espaldas y trago grueso cuando su aroma me envuelve por completo, ella se encuentra de p
rfectamente a sus piernas y trasero, una camisa color rosa pálido se enc
antes que voltee con una sonrisa
salir debido a su rechazo, pero lo merez
lleza de su rostro. Si bien aun se encuentra golpeada, se no
a algo Se
remueve inquieto por tenerla cerca, mis manos pican por tocarla, mi cuerpo entero exige
lego frente a ella qued
char como su corazón aceleró su ritmo y
se quiebra un poco al mant
as su nuca y acercar su rostro al mío borrando cualquie