Mi Loba Interna
sentía débil, pero tenía que aprender a lavar mi ropaje... todas ellas platicaban de sus matrimonios, problemas de sus esposos y recetas nuevas, hay no... tanta información que y
es distancias... escuchaba las pisadas eran dos ¿patas? Mmm eran cuatro... noooo eran ocho, pero después eran diez y seis. Me moví para subirme a una roca alta y logré ver atrás de los arbustos habían unos lobos grises muy grandes que se mordían las orejas y jugaban entre ellos, empujándose, mordiéndose
fuertes pisadas atrás de mí, me di la vuelta y me quede petrificada... era un inmenso lobo blanco que tenía esos ojos azules tan penetrantes traía una liebre muy grande en el hocic
paso. -Si nana aquí voy. Seguí observando el ambiente, pero no pude percibir nada. Al llegar a casa saque la liebre y se la di a nana para
taba en el suelo nana solo la tome, pensé que podría ser una buen alimento ya que tengo much
omenzó a cocinar, o
el Sol amo y señor del día, la Diosa de la luna ama de la noche, astronomía que era mi favorita y defensa personal algo en lo que me desempeñaba demasiado bien jajaja siempre fui muy fuerte, rápida y mis sentidos estaban bien agudizados. La maestra explicaba acerca de las propiedades de la canela, la pimienta negra y las espinacas... toda la biología se me hacía aburrida, pero era muy útil... ya que todas nuestras medicinas se basaban en este tipo de elementos naturales que nos proveía la tierra de nuestro hermoso bosque. Ch
niña macho! ¡Niña fea,
lo molía a golpes... Nana me decía que Jonás solo me molestaba porque yo le gustaba... pero que asco... ademas como le iba a gustar si siempre me agredía... la ultima
nás otra
nga mis manos... en serio le hare mucho daño. -Jajajaja tra
ero nana después de reírse comenzó a toser... le costaba respirar y la fuimos a acostar a la