Las nuevas sombras de Christian Grey

a Grace, po

i hijo se encu

no sale desde que volvió del

o cuidando de

señor. Le dijimos a Teddy que su papá necesitaba

anto a mi hijo. Sobre todo, en es

lo estimo como a un hermano menor después de tanto

ue salga de su cuarto por lo menos

e preparo el desa

ist

mía mi hermosa Ana. Todavía permanece su perfume en la almohada que me permite pen

evantar, por fa

tiene que dejar solo

se hablarte así. Per

r

e usar cuando sale a correr, tiene los ojos hinchados y me doy cuenta de que h

e. Todos estamos muy tristes por su ausencia. Además, hay dos pequeños que te ne

a mí, si no a su madre, y

das de a poco seguir adelante con tu vida, c

ist

mi mamá, poner mi mejor cara para que todos piensen que estoy m

ame dos minutos y

que te espe

puedo observarlos para saber que están bien, me cuesta mucho pasar tiempo con ellos porque a cada instante me recuerdan a su madre, la mujer que trajo el amor a mi vida. Por suerte me quede con el departamento del Escala y los fines de semana

mos para casa,

bien

e Ana me dejo y la oscuridad regreso a cubrir mi corazón, las pesadil

s señor, ¿le

, muchas gracias. ¿Cómo

elitos que no dan trabajo. P

ecesites, si está a m

ayude a cuidar de los niños

e voy a buscar una

uy buenas recomendaciones de sus trabajos anteriores. La

a indicada no se habla más. Tú te encargas de c

rla, ya que ella será l

i dices que es buen

lamo para ofrecerle el trabajo

, me cambio y

bien

metí a mi amada esposa, cuidar de mis hijos para que sean felices. Algo que todavía no puedo llevar adelante porque

cito. ¿Nuestra cena

or y comemos nosotros.

ñora,

er la mesa p

saber qué te dijo el señor de

que comprendió mi necesidad

a tener más tiempo para v

vos y cuidar de esos pequeños que perdieron a su m

pasar tiempo con ellos. Pero no pod

e ayude. Hay algo qué me da vueltas por la c

preocupa t

iaba en mi palabra. Le dije si quería conocer a la persona que cuidaría de sus hijos y me dijo que no. Para una persona que cuida

señor cambió mucho desde la muerte de la señ

lva a ser el hombre feliz que supo ser al lado de la señora