LA OBSESIÓN DEL PROFESOR
rmite el uso de celulares por lo que no me queda más que averiguar en Bedelía sobre la distribución de las aulas d
que ya iba a dejar constatado la falta ya que la puntualidad era uno de los compromisos y respons
tes de la información del normal y el blog de la materia. Le comunique mi duda al Bedel y me afirmó que hubo inconvenientes con la doce
rde? Porque la docente no está -le dij
r el o la nueva docente y usted está aquí todavía perdiendo y haciéndom
to-. Me sie
antes. Por favor, vaya al aula -y justo cuando iba a decirle algo, alguien irrumpe
de Literatura en la Educación Primaria -dice sosteniendo un maletín en su
al ENS 3 -habla mientras se para de su lugar para ir en busca de lo que le dice, pero antes de salir del sitio donde los tres nos encontrábamos me mira y me ordena tajante. – Te dije que
endo las ganas de tirarme en
ra directamente a los ojos y no puedo evitar excitar
tendría que ser una mujer. Con todo el respeto lo digo, es que teníamos entendido que una mujer toma
ar las horas tuvo un accidente y en el listado de emergencia yo era el
cho gusto, mi nombre es Ayala Maia
la mano en demostración de formalidad y respeto, la cual recibí con una
mientras me encuentro desnudando con la mirada al profe
lo bajo mientras me muerdo los labios ante la sensación electrizante entre mis piernas. - ¿qué edad tendrá?
que acababa de comentarle. -Deja de abusar al profesor con el pensamiento y presta atenció
o y ella me m
só? – pregun
irármele encima y devorarlo por co
poco de compostura
ción divina! – le retruco apropósito
ué le estás viendo? No seas exagerada.
le digo para ponerme o intent
ta, de contextura física delgada y ojos café y por lo visto era soltero, ya que no llevaba alianza puesta. La manera en la que se movía por el aula mientras explicaba me daba a pensar que, si bien se sentía entusiasmado, también se
se te cae la baba – me advierte Daniela al ver que
ar cuenta – le digo mientras s
stamos hablando mientras explica. – y no le conteste, porque en el momento que vi que en su ro
rse por mi abdomen hasta llegar a mis piernas y abrirme ante él. Su boca bañaba mi cuerpo y sus dientes mordían mi carne saboreando mi sangre. Me tortura y le gusta. No contenía el des
nubes y desde lo más alto me dejaba caer. Sus dedos, lento y tortuosamente se deslizaban dentro mío provo
cuerpo desnudo haciéndome sentirlo, penetrándome con fuerza, moviendo su duro sexo dentro mío. - ¿siente lo mojada que estoy? – le digo mientras nuestro
do de mi cuerpo sintiendo como lo parte en dos. Me lo hace rápido, fuerte y salvaje mientras calla mis gritos de placer con sus besos e intenta apagar e
brutal envestida hace eco en todo el colegio. El ruido de nuestros fluidos mezclándose a
me suelte, que no se deslice fuera de mí, que no me deje vacía. Le pido a gritos que me llene, que me complete, que sienta como mi vagina estrecha, húmeda y caliente encierra su grueso y latente pene. Yo sé que le g
sorpresa a mis compañeros y a mi profesor sin
odos? – la miro conteniendo la risa. –
me ocurrió fue que mi amiga me había pisado. Él cree lo qu
– yo le sonrío y l
o tendré a mis pies -digo con total segur