Corazón de Chocolate
otro lado de la mesa
nice la boda -susurró, yo m
é pasmada- No v
de cerveza tal como lo hacía Kentin: Envolviendo apenas el pico de esta, entrelazando
na amable y dulce que se quedó del otro lado del océano- Realmente conocí a otro Kentin cuando vine aquí. Est
, Gaeil dejó salir una carcajada tan sonora que todos se dieron vuelta para mirarlo- ¿En serio dijo eso? Ay, Jesús... No sé por qué m
on sus ojos azules que a la luz del sol tenían un color bastante
por esta vez. Tú no sabes lo que mi abuela significa para mi hermano, ella sustituyó a su madre y estuvo mucho tiempo a su lado. Puedo darme cuenta de que no eres una chica que ceda fácilmente y que, cuando consideras que tienes la razón, no abandonas tu postura ni cedes u
me había leído pese a que sólo me había v
tablar lazos con Kentin? -pregunté con in
mi hermano
no significa que necesariamente
o y débil, y naturalmente yo pasé a segundo plano pues todas las atenciones fueron para él, pero jamás se me hubiese ocurrido que mi abuela me dijera que ya no podía vivir más allí con ellos pues necesitaban el espacio para mi padre y su familia. Yo sólo era un niño de diez años cuando eso pasó. Si hay alg
que nadie toque nada, con decirte que aún co
importó lo mucho que mi madrastra hablara con mi abuela o que Rick intercediera la decisión estaba tomada: Me tenía que ir de allí. Así que vi
rrible
e se habían ido al parque o que tenían un evento familiar. Jamás pude tener una relación con Kentin, y ahora que somos a
casa de los abuelos de Kentin mientras pensaba en lo que había dicho el hermano de Kentin acerca de permitirle a Mae que me organice mi boda. Sin duda había muchos contras en ello
críe. Sin dudas, Mae se había equivocado y mucho en muchas circunstancias, pero ella sólo deseaba lo mejor para su nieto y su hijo, y seguramente
asas y negocios, a lo lejos vi la rueda de la fortuna del festival permanente de Brai y recordé los viejos tiempos con Kentin cuando recién
do pero luego rodeó mi cintura y profundizó el beso, ah... Esto era lo que necesitaba, oficialmente, ice la bandera blanca. Nuestros labios danzaban lentamente, saboreándose el uno al otro en pequeñas mordidas y caricias, podía sentir su corazón latiendo desbocado, como la primera vez que nos besamos, su respiración agitada, sus manos
Te extrañaba -me
en pelear? -le dije en broma, él me sonrió, había olvidado lo h
casa tomados de la mano, la casa estaba
té, sólo estaba Winston que
er el pueblo -dijo Kentin, susurrándome provocativamente al oído
un gruñido-, pero creo que hacerlo en la casa de tus a
ía el trasero -
la feria, parece animad
con delicadeza, este era mi sexy prometido-. Vete a dar una ducha
cepté su propuesta y subí las esc
de cuero negro, mi cartera y mi abrigo rojo; usé mi perfume favorito, Ange ou Demon de Givenchy y me maquillé con cuidado; bajé las escaleras y vi a mi novio esperándome en el salón mientras jugaba con Winston, usaba sus
a salimos por la del garaje, Kentin encendió la luz y vi un Chevrolet Prisma estacionado de color gris, muy bonito pero lo que más me llamó la at
cleta? -pregunté, Kentin
él viene aquí todos los domingos, pero llevan años en ese v
prometido abrió el portero eléctrico y encendió el motor del automóvil, encendió la radio y escuchamos un viejo tema de los años setenta de Journey, a Kentin le encantaba el rock de vinilo como lo llamaba él, y
ra atracción que subimos fueron las tazas giratorias, luego probamos suerte con los bolos, comimos hot dogs y manzanas, subimos a los autos chocadores y Kentin me consiguió un oso de peluche enorme con un corazón rojo en sus patas que decía I love you disparando a los patos; con
cabello-. Linda, perdón por todo lo que te hice pasar estos días, es sólo que quiero que mi abuela te dé su aprobación y estoy muy estresado, me vuelvo un idiota cuando ella est
subíamos lentamente en el aire-. ¿Sabes? Estoy pensando de
in con esperanza en su rostr
mis madrinas y nuestras canciones, ¡ah! y la fiesta será de noche -enumeré, s
rrible. Ni a mí me gusta -dijo Kentin y me besó en los labios, s
por eso lo ha
ando a Dios que no me haya
n Bar & Grill, era un lugar elegante y suntuoso, la comida era abundante y exquisita y tenía una suave música de fondo; regres
reguntó mi madre, vio
onrisa, en ese momento entró Mae, que me miró con suspicacia, yo tomé
ncapaz de creer lo que había dicho de manera
a obvio que estaba esperando a que ceda pero no tenía ganas de pe
aba con su brazo, la abuela Mae abrió la boca para protestar y por primera vez en lo que llevaba en Irlanda Kentin la frenó en seco-. No, abuela, Annie ya cedió bastante, dé
al parecer no le gustaba la idea que haya algo
era empezar a idear un plan para que él y mi prometido se reconcilien, escuché unos suaves
rto se estropeó -me susur
ro lo dejé entrar, nos metimos a la
cido sentirlo cerca mío, fuerte y caliente, m
tu hermano? -pregunté, se
la vida -me contó-: Le quitó los frenos a mi bicicleta y me retó a una carrera
te quería y que quería verte muerto y terminaste de cr
es eso? -q
todo -le dije, él
sus dedos desnudos-. Desde ese día que no puedo ver
ue estaba jug
ho... era un tarado grande para andar jugando ese tipo
drías llevarte bien con
nca se disculpó por lo que me hizo -susurró,
lo hi
sculpara y está arrepentido de corazón por supuesto que lo
ientras nuestras respiraciones coor
mo diciendo "¿y ahora qué?"-. ¿En serio s
tigo -me respondió, se giró
o besé mientras él colocaba las sáb