Mi esposo es un millonario.
e
onmigo o su madre. De rostro angelical, ojos cafés, nariz pequeña y puntiaguda, cejas claras y labios rojizos. Lleva puesto un vestido rosa holgado hasta sus rodillas y un pa
a niña-, y trabajando para mí, la noticia le calló de gratis. Boris es transexual, de piel oscura, cabello rizado y cuerpo equipado
exámenes de ADN, que la pequeña no e
esde que la dejó en mi apartamento asegurando que era mi hija no la he escuchado pronunci
antes de nuestra boda y se apareció cuatro años después con una pequeña que supuestamente era mía. Cuando comprobé que no lo era, se marchó con el mismo misterio con el que lleg
racias a ella perdí la fe en los compromisos, y ninguna mujer -a parte de mi madre
rada frente a mí. Me arrodillo sobre el piso
e gusta ir allí? -Boris empatiza con ella y duscufica su voz para brindarle
cabeza y le sonrío, lastima que no quiera mi
si le doliera el toque de quién la ha cuidado durante estas últimas ocho semanas, se ap
lado? ¡Allá en la súper
e bronquitos en el mismo lugar. Aún no nos dirige la mirada,
adopción, ha sido muy difícil conquistar a la jueza para que me dejara visitar a Valeria y llevarla a la residencia de mi fami
viajará con nosotros hasta la ciudad. Le recuerdo a Boris no dar detalles del viaje a nadie, mantendremos la mentira de que est
*
rta del copiloto, asiento a sus palabras y se voltea a los as
mantiene la mirada en otro sitio. Hace tiempo me está
a The Loop, un lugar donde el trabajo y diversión conviven en armonía. El sit
k, mi hogar, una de las mejores adquisiciones que me dejó pa
ñor Clark -pronuncia la as
ente». Pienso,
pero se sien
do sus expectativas, lo cual es bueno, muy bueno. Sujeta su bolso con una de sus manos y con la otra aprisiona la mano de Valeria, o viceversa, me atrevo a pensar que e
leria -le indico al mayordomo, pero an
ero su celular estaba apagado, también llamé al l
io apagué mi celular para no interrumpir a la jueza, y estos
eron el veredicto, luego de eso se marchó a su casa al re
o el tono de mi voz para no pr
ta Jones y
evo una de mis manos al nudo de mi corbata y lo aflojo un poco
n. Miro por encima de su hombro y el rostro curioso de Ana me hace contest
e encargo de lo demás, gracias por avisarme -le indico y luego de un
aco mi celular para marcarle a Max y
ea desde el otro
escritorio, rebusco entre los papeles que hay sobre
llevo mi mano libre
én o
lé sobre eso -le recuerdo y lo escuch
obre las reglas del contrato? -cu
egreso a revolver los documentos. A
omida? Ah, no Hero, que tóxico
y grito: ¡vingo! en mi mente a
los ojos, me siento sobre mi sillón y ojeo las
ue ya es
ade, pero, al contrario, desvío el interés por con
he visto aún, debe es
está buena y no te interesa me la presentas, a
oro la sensación molesta que me producieron-. He traído a Valeria, una asistente
s días -dice y las papas crujen mientras pausa par
reír-, a menos que estés dispuesto
go que p
a y suelto un suspiro
sar unas cosas ahora y luego d
da presentarme a tu
orno los oj
-como cada día-, las cosas que debo hacer y dejar claras para que tod
para el apartamento. Ahora debo armar un teatro por si Ana y ella se cruzan en los pasillos, lo cual será inevitable. Por otra
ados que podrían ocurrir si estas cuat
nera, me hace pegar un brinco. Estaba
ato y baja su cabez
¿
-, pensé que le incumbe saber que su novia no ha q
mi mejilla. Llevo mis manos a mis caderas y le ordeno a Clara que regre
ra sé lo que come o no! ¡D
puerta y me encamino a mi auto. Es muy pronto para que la señorita cap