La hechicera maldita
ÓL
ntamente. Hubo otros antes que él, y vendrían otros después, pe
igrosa para los reinos y reclutaría a una joven huérfana para cumplir su cometido. La joven
ecir y sólo dejó registro para las generac
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ara finalmente tomar su capa, ponerla sobre sus hombros y abrir la puerta. Las noticias no eran buenas. Un cuervo había llegado del poblado vecino y el mensajero había cabalgado rápidamente hacia ella en busca de ayuda. Si bien ella era siempre la
angas y dejando caer su largo cabello oscuro por encima. Respiró el aire de la noche con los ojos cerrados y dejó que la luz de la luna
dar dentro de las casas y los establos. En el suelo, podía ver el cuerpo sin vida de algunas cabras y más allá una estirge se alimentaba de un gran semental. Sus alas inmensas cubrían su cuerpo mientras lo hacía, y sus garra
ncendida y decidió usarla. Concentró toda la energía en hacer crecer ese fuego, con ayuda d
a noche. Eran ensordecedores. Ésta era la parte que más odiaba: ir en contra de la propia naturaleza de ciertas best
blo. Pero antes se tomó el trabajo de controlar con su magia un poco de tierra del suelo para apagar los incendios de las estirges que habían caído del cielo, para que no se convirtieran en inc
portal y se dirigió a su pueblo. Envió un cuervo para notificar que había resuelto el problem
*
el lago de Brynn, y así aprovechar el paseo para recargar energías. Antes, rebuscó en la repisa algu
er ese trabajo. No deseaba compañía, pero sí extrañaba mu
ó, entró al agua y se tomó su tiempo para quitarse la tierra y las cenizas del cabello
uien provenía de una renombrada familia de alquimistas, y buen amigo suyo. Se conocían hacía muchos años a través de sus padres, quienes los habí
lgo especial para ti. Luego me dices si funciona bien. Un
eno de frascos de vidrio, que Gwy
aci
e, guiñandole un ojo y o
ambién había sido alquimista, y el padre de su padre también, aunque Vandrell había estudiado ci
neviere, encaminándose a
on el mensajero que la habí
consigo-, te he estado buscando. Tienes que cobrar por tu tr
no sólo tiene
a puerta abierta de su tienda. Vandrell se encogió de hombros y sonrió, hacién
siones importantes, analizar y transcribir textos antiguos del élfico e interpretar profecías. Esperaban gra
a el Concejo, y una vez en la puerta de la sala sacó de un
, poniendo la bol
contestó Gwyneviere amenazante, entrecerrando
te para no enfrentar la ira de Gwyneviere, sabiendo que no le gustaba nad
ito C
somó por la puerta entreab
querida. Pasa, pasa. Te estáb
cana Imelda, ¿cómo
ido desde la profecía hasta el día de hoy, aunque nada es muy certero por lo que tenemos que proceder con cautela. Esta joven vive bajo el cuidado de las sacerdotisas del Templo de la Luna de Vaahldar, pues no se conoce su origen y ellas la han criado. Ha demostrado cualidades mágicas desde muy pequeña dándole unos grandes sustos a las pobres sacerdotisas y mucho trabajo, pero es una buena ni
momento sin que nadie dijera nada, Gwyneviere abrió la boca, con gan
a, en caso de que estemos equivocadas de persona y no sea ella la protagonista de la profecía. En caso de que Gwyneviere comience a not
los trabajos que se me asignan, podríamos pedirle a otra hechicera, d
n ti para que lo hagas. Conoces la ubicación del Templo de la Luna de Vaahldar, por lo que te sugiero que te pongas en m
eñora
tros asuntos que atañen a los nueve reinos.
on el pergamino en la mano, y salió de la s