El amor de mis sueños
unes por la mañana, mientras relataba
funcionaría, concerté una cita contigo, esta tarde
e un mensaje contándome que todo fue excelente en tu cita -s
lente. Comimos cheesecake
Sabes a lo q
s lindo. Y para ser así de guapo no es nada tonto. Per
cocina. La había vencido en su pro
edo a las relaciones f
o. Pero sigue insistiendo en conseguirme pareja a mí para
siado y no nos dejas entrar. Te vuelcas en el trabajo y no te
si
. Estamos para ti.
recio mucho, Am
al día siguiente cuando nos vimos de nuevo en el trabajo, no recibimos comentarios de parte de Eva. Nos ignoró por completo durante toda la jornada
claro de un bosque esta vez. O eso recordé cuando desperté
suelo cubierto de hojas secas, contemplando el cielo estrellado. Me detuve a contem
mi cabello detrás de mi oreja y todo sucedió demasiado rápido. Nos quitamos la ropa, acarició mi cuerpo y recorrió con sus tibias manos mis m
n una de sus piernas, pero no le presté demasiada at
ar las estrellas fugaces que cruzaban el cielo y posé mi
da y cansada. Quería más de él aunque hubiese sido un sueño.
se dirigieron a mi núcleo, para estimularme durante un buen rato. Sólo pens
arme una ducha. Mi piel estaba sudoro
preguntarle su nombre. Quizá, si dormía una siesta, podía intentar entrar de nuevo
cama, cerré y abrí los ojos, pero el sueño jamás llegó. Suspiré. Pensé en técnicas para agotarme y gener
ese sueño que había tenido y mis manos se dirigían allí
Me hizo bien oxigenarme. Escuchando música co
ndo de arriba abajo todo lo que había en él, organizando mis libros, mi ropa, mis archivos del trabajo. Todo había quedado impecabl
o enfrentamos a Eva en el trabajo
ahí -espe
expresión de sorp
ontinuó-. Nos estás evitando y no
ó, pero lu
S
encogió
i q
nos estam
n una gran sonrisa en el r
e encantaría Noah -le d
n difícil admitir que un hombre pue
o enamora
i te lastima, se las ten
ensivo. Es divertido. Es del tipo d
erdad? -preguntó Eva de p
nto, se me ocurrió tomarle el pelo-. Y
big
y Eva me persiguió para saber la verdad, aunque no le dije nada en un principio. Era evidente
y se quedó tranquila. Pudimos observar que estaba complaci
bajo y tomé a Amelia del bra
-le dije-. No
é su
par a Eva, pues s
im
o extraños. No estoy descansando bien... Y me preguntaba si ser
lo que trabajas. Te quedas aquí después de hora, vienes los días que no te corr
ré yo de v
ndo de vacaciones? Pasear, ir de compras, viajar... Lo
ra un momento para tomarse vacaciones. Lo que yo quería en ese momento era ir a casa y soñarlo. Me la
e que dormía durante siete horas casi sin despertarme.