La Princesa del Alfa
hi-Mu
io de
de conocer a
bel
oponga. Más que todo porque sé cuál es mi situación. Por eso, al saber que debía casarme co
o. Aún soy joven y quiero vivir, pero cuando los deberes reales se asoman, a
. Siento que mis problemas se hacen pequeño
go uso de razón, aprendí a leer antes de escribir. Pero no le
ament
so y el terror. No soy fanática de las histori
libros que son
en plena actualidad. No puedo creer que todavía existan
demasia
e mi ensoñación-, los reyes están
iente con una sonrisa-. Ni modo. Nada
ño -sonrío-. Ya preparé las galletas y la leche de fresa, q
uí como princesa -admito trist
. Eres la persona más fuerte que he conocido. Tu nación te a
garganta-. No podré ser libre ni opinar. Sé qué tipo de funciones debe c
on así... -la voz de mi
historias que me contabas de pequeña -me levanto del
za -responde, la miro mal, pero la dejo
osa mujer caribeña, su tez bronceada la hace parecer siempre más j
joven y ver a sus enamorados volverse loc
*
la biblioteca, ella era la más alejada del palacio. Nadie viene aqu
mbra de césped, instale una carpa en medio de la torre, usé luces en forma de lágrimas para que fueran similares a las estrellas fugaces. Las puse junto a una soga para que pudieran sostenerse. Ha
vine la primera vez, pero le hice
able es que ella lo olvidara antes de salir de aquí. Me acerco a la mesita y tomo el libro, me siento en l
do por el escrito invisible que estaba en la parte
será
l libro, pero me parece aburrido des
Cierro el libro y lo dejo a mi lado, me meto en la carp
té, el libro que me aburrió de mi nana, unos sonidos provenientes de él, empiezan a salir, me
o cr
o frío del bosque me daba escalofríos. El silencio abundaba en el lugar y ni un alma se asomaba por
da L
n una se
an
ónde vine
no esto