SOY LA PERVERCIÓN DEL JEFE
é? Eh.., eh...
ideo..., perdón, cientos de videos en los que está teniendo relaciones sexuales con cuantas
d de su cercanía y el hecho de no decirme él nada
nos me sudaban, el oxigeno se hacía cada
go sobre el escritorio como para darle impresión de que quiero trabajar y qu
blando-: Le estoy dando la posibilidad para que pueda expresarse al respecto, pero no dice nada, y eso es
de tomo valor para solicitarle explicaciones -: Pero si las espera, quiero
a su cuerpo hacia atrás y con una expresión que i
regunta y espera una respuesta d
onas no
dióxido de carbono lo cual suena más a jadeo que a otra cosa lo
ro no me lo permite porque levanta su pierna izquierda
azón comience a acelerar sus latidos y ante su cercanía que acortaba nuestra distancia cada vez qu
poder experimentar todas esas sensaciones placenteras que llevaban a esas mujeres a disfrutar de un orgasmo
os que le de un rodillazo en las pelotas, que defienda mi dignidad y que lo denuncie ante las cámaras
y dormida por lo que cierro con fuerza mis ojos y empiezo a pellizcarme uno de
s piernas tiemblan. Abro mis ojos y observo que nada
e va a besarme y como tarada los vuelvo a cerrar, hago trompita con m
dero pendrive. Tiene plazo hasta
su juego como una tarada, por lo que solo quería que se abra la tierra, me trague
y tomé el pendrive de encima de m
pensar en lo que hizo y la curiosidad me venció cuando al verlo salir de la oficina, cambié el pendrive y abrí uno de los
el uno de mis brazos en el escritorio, apoyo m
la mujer me hacía sentir co
pongo atención en sus manos, en su dedo de en medio e identifico un pequeño circulo, de color negro con dos puntos en el centro, uno negro y otro rojo que me hace preguntarme si a lo mejor estos videos, y ese simbolo tiene que ver con alguna orden a la que pertenece. No sé, algu
tatu
odo lo que hay encima, carpetas y demás, y me atrevo a retirarme, pero él no se mueve de la puerta y me arrebata de las manos lo que te
Cohen, y a las perras que no pueden acatar l
estaba dic
s, pero no puedo evitar respeirar con dificultad por lo exitada que me ha dejado
erd
ndo escapar de su agarre, pero a la vez ir corriendo hacia él nueva
tros de mí, me giro sobre mis pies, sin saber por qué, y delante de mi ojos veo
to de p
hace que mi cabeza se eche hacia atrás, y él meta sus manos por debajo de mi