Una noche, dos frutos
r... G
ó cuando vio a Juliu
antó la cabeza y lo miró con frialdad, diciendo: "¿Quién diablos crees
ombre murmuró nervioso: "
te de mi
Por supuesto!
po salió corrien
eguntó Julius a Madel
r el aliento, al tiempo que apoyaba la frente en el hombro
ta angustia, el hombre la sacó del lugar
ía hizo que Madelin
lius, que estaba a punto de subirla a
al conductor, quien encendió el motor en un instante. De pronto, en el espacio cerrado,
Julius puso su mano sobre el hombro de la c
iera más mareada, y que frotara su ca
nto bien",
la alejó, reclamándole: "
sí". Con las mejillas ruborizadas, Madeline
erfume de la chi
er?". Dicho eso, le levantó la
ía perdido el control de su cerebro, y q
el gesto, replicando
a punto de decir algo cua
jer a tu alrededor antes... Cuéntame, ¿es p
pretó los dientes ante la apr
erpo, ¿eso significa que te gu
le apretó la cintu
r qué me p
gar por lo que acab
los ojos, acurrucándose contra él como si
Julius le susurró al oído: "Hace mucho
mbién es la primera vez que conozc
iente en el asiento trasero del aut
or se puso rígido y no se a
automóvil se detuvo fre
ió a Madeline en su abr
ieron a saludarlo, pero al encontrarse con l
biendo a su habitación para abrir la puerta
ma y le preguntó: "Esta es tu última o
ó la mirada antes de t
udando? ¿Vas a
comenzando a besar su cue
las texturas de su piel. En ese punto Madeline estaba tan mojada que no se r
contra la cara de Julius. Poco después se giró para montarlo, usando su mano hábil para hacer que
del chico y los gritos de placer de Madeline