Los chicos también se enamoran
las prácticas del equipo de fútbol, en el cual me había inscrit
los miembros del equipo, estaban ocupados en lo suyo, unos
ación, unos sentados en un banco y otros parados alrededor; su
e, mis amigos. Somos seis chicos, todos pertenecemos al equipo de fútbol y fue allí donde nos conocimos e hi
ien. No quisiera alardear, pero somos los chicos más populares de la universidad, esto
cas nuevas que acaban de ingresar en el primer semestre de la universidad, las más atractivas, las que no lo son tanto, y cada uno iba pidiendo
ciertas reglas. Para que no se generarán conflictos entre nosotros, mencionamos quien o quienes son las chicas nuevas que nos gustan a cada uno, pa
ad, ni me interesaban, así que seguía en lo mío, terminando de recoger algunas cosas
s muy bonit
gusta mucho
que es muy dive
on ella y... Ja, ja, ja... ¡Que respuesta d
risas, apenas está empezando el primer semestre de la car
lo que estaba haciendo y me acerque a ellos de la forma más casual
con ustedes...! – Diego parecía confundido, c
l primero. – Traté de explicarles. - ¿Por lo mis
o interés. – Respondió
la misma clase con ella!. – Fabián se señal
el segundo semestre: ¡Proyecto!. – Enfatizó la última palabra. Ar
eso a la Universidad con una beca parcial por s
metía una materia extra, podría ahorrarse un semestre c
eso?. – Yo estaba c
más obvia del mundo. Pero en realidad yo seguía sin entender, había intentado hablar con ella muchas veces y por alguna razón, no
dose al grupo e ignorando mi minuto de cavilaciones. Yo observé a Pa
pondo. Diego y Paul se observan con
palabras. – Digo, se nota que es el tipo de chica de la que uno se
les! Yo siempre he dicho que uno se enamora cuando
inteligente y audaz... Mejor así, ninguno se me
por mí. ¡Créanme! No será esta la que me amarr
a mi lado, poniendo una mano en mi hombro,
l primer día, les hice la seña a Paul y a ti. – Mi explicación provocó una e
ra seguro, Anabel era mía, mi instinto y cada fibra de mi cuerpo me lo decía, esa chica e