La guerrera del Príncipe Dragón
ronto se dio cuenta de algo inusual: la muchacha tenía la boca llena de agua, po
e sintió un húmedo toque en la frente y al instante su cara se empapó de agua. Él esperab
cara y se retiró de la cabeza su coolie, que estaba goteando –Estuve a punt
e siempre acostumbro, vivo en una aldea cerca
menos apuntar con flechas a personas pacíficas como yo –le espetó,
or estos lados casi nadie viene y si lo hacen son maleantes. No es por presumi
no es importante de dónde vengo ni a dónde
ua que pegaba su gastado qipao rojo a la piel. Su flequillo destilaba pequeñas gotas, que resbalaban
sta para otro lado. Se colocó su coolie, pero de inmediato se percató de que no estaban solos, v
amente dictaba otra cosa. Todos eran jóvenes y mal vestidos, algunos llevaban tatuada la p
n? –soltó el príncipe,
os hambre, solo queremos unos centavo
o el carruaje, quizá en busca de objetos de valor, acto seguido, mientras el hombre
ritó el hombre mientras con un gemido d
esafiante, quien se movilizó para quedar al
a desconocida comenzaron a defenderse con patadas, puñetazos y el arma blanca que él
por la pareja de guerreros, otro
ediato y utilizó la suya para detener el golpe. Ambos se quedaron haciendo fuerza con dichas armas hasta
evantó para ahorcarla. Él de inmediato golpeó a un par de contrincantes que le intentaban bloquear el pas
respirando fuerte para recuperar el aliento. Él le ofreció su mano para levan
na emboscada para llevarse su carruaje. El líder de aquella tropa había huid
icos se encontraban, Yun percibió en aquellas miradas temor o quizá pánico, ya que
ios! ¿Algo los h
ayendo a causa de una flecha en la espalda y quedaron tendidos en el suelo. Él volteó a ver a la mu
e –dijo la muchacha con l
Yun con una sonrisa, la que se opacó de inmediato al
quitaba el sudor de la frente–. He venido completamente solo hasta aquí, con el tiemp
vas? –se acercó e
a con el acertijo y se detuvo a verla–. Y ah
mejor puedo ayudarte -tra
además parte de la misión e
has quedado sin nada -la chica lo veía con
que dices que está cerca, luego yo seguiré mi camino y q
os mejor -la chica se veía emocionada y Yu
tierra, rodeados de naturaleza y aire fresco. En otras cir
de la muchacha estaba justo al pa
de arroz. Se veía que vivían en condiciones de pobreza y Yun no podía creer q
ozó el joven mientras se
o ¿Cómo te llamas? -mostró una amplia sonrisa,
social, pero al final decidió hacerlo, puesto que ese lugar era lejano y nadie pensarí
mío es Wú Siu. -A Yun le sorprend
to.- Yun le estrechó
ía preocupada la llamaba desde una de las cabañas y
yo me iré -le
andes ojos de Siu parecían pedi
que le irradiaban a Yun aires de confiabilidad y aún no se explicaba el por qu
frece? –un hombre se ac
iré mi camino y no molestaré más –dijo haciendo una reverencia de
salida de la aldea, lo han dejado sin nada –dijo
olitarios para robar a los viajeros –respondi
curren con esos maleantes, es cu
ho de que huyeran sin razó
porte de nuevo, pero algo se me ocurrirá, por
n pedir posada acá con nosotros. No tenemos lujos pero sí co
u amabilidad, ahora debo partir –el príncipe hizo una reverenc
a –dijo Siu, a lo cual Yun volteó de inm
ogó a la joven, sintiend
cerca de lo
_-_-_-_-_
sar
ja de bambú, con forma
radicional chino
_-_-_-_-_