Inevitable Tentación
osa de
su padre se habia convertido en su deporte favorito, ni siquiera le importaba lo que él pensara cada vez que ell
Angelina toma del brazo a su novio llevándolo hacia la puerta, ante la mirada estupefacta de Clara, ni siquiera le
madre, le da un acostumbrado bes
etón- sale corriendo de allí, sin ni siquiera darle
da la estaba haciendo pensar cosas equivocadas, le da vueltas al trago y se queda pensando en lo i
ene la hermosa mansión que cualquier mujer desearía, dos hijos maravillosos, un esposo rico y afamado, que la habia convertido en una super modelo
interrumpida por un golpe de la puerta. Voltea a mirar con la concien
culo del John que no quería estar en esa fiesta, que por que se sentía inferior, como
deberías contar con la opinión de tu novio, si a él no le gustan ese tipo
de muy pequeña habia sido una niña caprichosa, Clara la habia consentido demas
opinión- Clara se sonroja ante lo que su hija
n propia, y en la relación con él mando yo, si no le gusta, bien pueda irse por un tubo, además ni que fuera el ú
con tu padre, y ¿a qué te refieres, con "además ni que fuera en único"? - Clara la mira con seriedad
sabes cómo es, no hay que estresarse- Esas palabras estaban dejando de una sola pieza a Clara, si bien Ang
o tengas claro. ¡Con el corazón no se juega hijita! - Clara sale de allí casi que, tambaleando, ella jamás habia tenido la oportunidad de estar con alguien diferente a su espos
muy grandes, y aunque no tienen silicona, su esposo le hizo un levantamiento, mira su abdomen marcado gracias al ejercicio,
pasaban los años, frente al espejo las lágrimas comienzan a rodar en sus mejillas, el vacío que sentía en ese momento estaba más late
ctivo, era un hombre que ya lucia mayor, estaba calvo, y su vien
ces acostada tan temprano? ¿A
asiado dulce para él, desde que era una ni
onte el vestido más llamativo que tengas, quiero mostrarles a los nuevos socios las
iento con ánimos para salir ahora
enjurje en ese cabello y salir conmigo ¿has entendido? - Los ojos de Clara ahora se habían nublado, se sentía un simple objeto que su esposo lucia ante sus
sale directo al baño para darse una ducha, sale de allí y se pone el ves
o muy ceñido a las caderas, un escote en forma de corazón que usa sin ningún tipo de sostén, sus p
, pareces de treinta, ni siquiera de cuarenta querida. -Ricardo se acerca y le da un beso en su cue
una loción que le da brillo a su
e costumbre cada que iba a salir, lo hacía para saber que espe
ida, vámonos se es
no habían llevado a la casa, estaban haciendo cosas que por fortuna no fue Ricardo quien los encontró, así que Clara cuando se da cuenta
Clara? – Le
Ricardo y lo empuja hacia la pared dándole un beso apasionado, pero
ya tienes cuarenta años. -Esas palabras hirientes atravesaron no solo los oídos de Cl
ndo de forma similar a su padre, no tenían respeto por la pareja que tenían en ese momento, podrían tener a la mejor persona en el mundo, pero siempr
reación, a su maravillosa esposa Clara, todos sus amigos y socios eran hombres que llegaban a más de los sesenta años, que acostumbr
un médico cirujano, era el mejor amigo de Ricardo, siempre habia pretend
ambos chocan sus copas mientras la miran sentada en una de las mesas, el alcohol se habia vuelto el refugio para Sara ante la soledad que vivía día a día, to
, las parejas salían a bailar, era un sitio donde los hombres como Ricardo y Federico frecuentaban para satisfacer sus deseos
a a bailar ante la mirada atónita de su esposo y sus invitados, quienes solo estaban acostumbrados a ve
el alcohol en sus venas y mueve sus caderas sensualmente, los espectadores no pueden dejar de mirarla, e
os ojos y hace que la siga en sus movimientos, él se pega más a ella y roza su cuerpo con su figura, quien esta increíblemente molesto es Ricardo, a pesar de q
rico y ambos van a la mesa, hablando de la hazaña que acababan de hacer
jala del brazo sin dejarla si
a es cuando se está po
sin ni siquiera despedirse de los invitados, la va jalando de
te y ella cae al suelo, mientras a
icardo ayúdame por favor! -El dolor por su
atas que todos traen a estos lugares, y resultaste actuando igual a una de ellas- Ricardo le da
do, con su dignidad por el piso, el llanto le cubre los ojos y su maquillaje empieza a correrse, s