Vengo por tu alma
do escuchó ruidos extraños provenientes
quejidos
tuviera miedo a los vivos, no a los muertos. Pero ella se empeñaba en creer que a ellos también, pues d
dormir, pero no podía cerrar los ojos y no sentir que podía haber algo no vivo e
e parecía ser el llanto de alguien y no creía que f
o para ellos, por lo que en esa gigantesca mansión no había
e la cama y acercarse a la puerta, por lo que simplemente se limitó a sentarse sobre ella y tragar sal
ro de sueño y tocó pantalla del teléfono. Rápidamente la luz c
que se acostumbró
00
sa era la ho
a a fuffy cuando este soltó un ladrido amortiguado. Sus orejas
frunciendo el ceño al no ver nada descomu
o que fuera que estuviera en el pasillo se
corazón palpitaba furiosamente contra su pecho. Y fuffy no ayudaba con su
y los humanos no. Pero en ese momento se arrepintió de ello, pues a lo
ado, donde dormía su esposo y tomó su telé
ía...indefenso, como si nada ni n
nso y a veces prefería evitar estar en la misma hab
ento en que su mente inoportuna evocó uno de l
o un tiempo en que fue un esposo amor
ando Zhayid comenzó
mprendía por qué Ahumrah intentaba ocul
provista de emociones, que solo le importaba h
te, misma que no podía negar que le encantaba, pero
maltratada por su padre y ella
prendía que su hija todavía no era lo suficientemente madura como para llegar a e
humrah quería deshacerse de ella a como diese lugar, puesto que interfería en todo lo que ambos intent
s terminara odiando y ella no quería eso. Pero ahumrah n
eguir las ordenes de su esposo, por m
Sin embargo, fue criada entre ambas culturas, respetaba la religión de su madre, pero preferiría ser como su padre, por lo que no tuvo tantos problemas par
que ella se los presentó como es debido, sino porque lo descubrie
ver que prohibiéndole verlo solo lograban que ella se e
lla, puesto que apenas era una "niña", debía de
una adolescen
on tiempo
fuffy subían de tono, de inmediato dirigió la linterna a la puerta, si
so empapaba su espalda, al tiempo que su cuerpo era barrido por constan
carcajada diabólica tras la puerta, seguido de agudos rasguños. Rápidamente, su respiración se le atascó e
una pesadilla
suan deseó e
erente que disuadiera sus dudas de cómo y por qué
uerza, para despertar, en caso que estuviese soñando. Pero lo ún
obó finalmente que no soñaba y que la puerta sí se había abierto, dejand
co lumínico comenzó a parpadear como si tuviese vida propia y sin previo aviso, su teléfono voló fuera de su alcance
uerzas, como si alguien lo hubiese intentado matar mientras que l
bservaba la oscuridad tras la puerta con aprensión y más aún, cuando vio una mano negra con seis largos dedos desli
ió fue tan grande que no le permitió reaccionar
, que casi cayó al suelo en cuanto fuffy decidió que era momento de ahuyentar a lo
n que Ahumra
ron a ralentizarse pensando que fuffy se
ndo a lo lejos. Por fi
esarse nuevamente en el momento en
a su
iró al suelo con frenesí, intentan
había sido su frasquito
en medio del susto. Aunqu
o oyó cómo la puerta se terminaba de a
a no esta
ecía como si estuviera tragando piedras. Su respiración era er
irar a la puerta, y al no ver nada echó un vistazo a toda la
dida gran parte de la habitación, comenzó a titilar y de
pero no salió ningún soni
er con grandes ojos rojos desprovist
creciendo una sonrisa desagradable que iba de oreja a oreja
la mujer y sentía que se hallaba entre la espada y la pared. Su mente se ha
momento, no e
oso, ¿pero que podría hacer él? Si era muy probable que esa cosa cuad
hacer una llamada para pedir ayuda quedaba totalm
n ente sobrenatural en mi casa,
.pero, ¿Sabes cómo deshacerte de espíritus c
ituación, solo la insultarían de las
la observaba con hambre y sacaba una lengua puntiaguda y se rela
ntro y sujetaba su pierna como si fuese una sanguijuela par
cabeza, aquel espectro decidió alzar un brazo y lo posó sobre la cama lentamente, de forma que A
r y solo pudo quedarse allí, viendo c
ella no pudo soportarlo y com
s ojos fuertemente cerrados y agitando las manos, como
ando la habitación y la puerta ser cerrada con fuer
a su llamado, aplaudió dos veces y las luces se encendieron. Se giró hacia ella, quien seguía gritando con una expresión de terror surcando su rostro y Con los ojos fuertemente cerra
se podía ver el terror que sentía, pero el sho
zo nada para calmarla, por lo que le dio una
a con una mano sosteniendo su mejilla golpeada. Miro a todos lados buscando a la
ea en vano...–y con esa amenaza volvió a a
no
toy loca, y la vo
s, sino que bajó directamente al primer piso. Miró a tod
de esa buena para nada. Y con expresión molesta se dirigió a la
abía
a lo iba
ó las luces, pero en el momento en que sus pies comenzaron a
talones para echar un vistazo a la sala
ocurri
o vió como una niña pasaba corriendo de la s
scalofrío desagradable lo recorrió de
llos. Tal vez era la hija de una de las sirvientas que
puerta de la cocina. Dudó un segundo, pero al final entró y encend
la cocina por completo, buscando a la niña y deteniendo
n ella, juró que al día siguiente se encargaría de re
ues confiaba plenamente en los miembros encargados de su seguridad. Pero la s
tía po
rarlos. Destruir su autoestima. Hacer que dependieran del sustento qu
mente su cabello, miró el agua pasiva de la piscina y lue
caba exa
más su cabello y negó con la cabeza para luego
párate para lo
escalofrío invadió por completo su cuerpo
la risa juguetona de la niña y en medio de
cias a la fresca noche, no podía ver el color exacto de sus ojos pero aún así podía admirar el brillo que le confería la luz de la luna, lo que le daba un aspecto más intr
o hacía recriminarse por su actitud, digna de un pedófilo. Pues se encontraba admirando su turgentes pechos de copa c cubiertos por un sencillo vestido co
¡Era u
le de creer, pero é
darle paso a la furia cuando recordó que gr
!, ¿Quién eres tú y qué estás haci
ó la puerta como si esperara que él terminara de a
r su radiante sonrisa, pero al adivinar sus intencio
la pequeña mierda esperó que se acercara lo s
ll
abios carnosos alrededor de su... – ¡Pequeña perra, abre la maldita puerta! –le gritó minutos después, irritado por su
ero y bajó la cabeza y de inmediato Ahu
ue has sido... –No. Pensándolo mejor, era más seguro para ella que no lo hiciera porque una vez que atravesara esa puerta haría que
mo la niña volvía a alzar la cabeza, pero esta
sus ojos, pero no podía ser. Después
risa en su rostro,
y que él no había notado por estar tan inmerso en sus f
–la cría seguía moviendo el arma blanca, ignorando su orden. Lo situó frente a su ros
asimilaba lo qu
a, haciendo movimientos repugnantes mientras lo miraba y
empezó a moverse tam
principal e intentó abrirla, pero tenía llave. Y en medio de sus pensamientos caóticos se
an s
scaba un sitio para enrollarse con la sirvienta. Por suerte, le dijo que se q
ir por donde había salido. A mitad de camino, tras unos abetos
ra apartar las coníferas y poder abrir la entrada
ía en el suelo del sótano; se impulsó con las manos para subirse y cuando hubo entrado se levanto d
rra húmeda
ió, el bombillo explotó y Ahumrah apenas y tuvo tiempo de cubr
se por sus instintos, evocando en su
l inicio de las escaleras. Con la mano tanteó la pared h
ja pero se apartó tan pronto como sint
uchaba
todo permanec
que una vez entrara a la casa tendría que enfr
daespaldas siempre lo defendían cuando cabía l
tenía un cuchillo y un mal movi
on el hombro. Un fuerte dolor lo invadió, pero valió la pena cuando la puerta se
buscando a la pequeña demente y al no verla
u hermana tenía
a y se abrió pas
niña de la sala y se detuvo frente a él, rió como d
pó y Ahumrah se o
por las ventanas y se derraba parcialmente po
o sabía que por dentro estaba cagado de miedo. Intentó ralentizar su respiración par
o vio a la niña por ningún lado
sa niña est
on la
o
uede
cón. Para cuando llegó a la ventana que daba al patio estaba por r
r de la sala desde donde se podía observar el portón de entrada a la propiedad D' Ba
a y la poca luz que se derramaba sobre ella no dejaba detallarla por completo,
lta sobre el sofá blanco que dividía la sal
ciones la chica parecía relajada ante
e...d
preguntándose si esa mocosa no
lo que quisiera y la única c
lo que
or qué se mole
no,
sab
ntes de morir para que él pudiera apropiarse de
o h
la por ser la consentida de su familia materna y de su madre, aunque esta última intentara fingir que no le importaba na
talón de Aqui
kw
ro la chica no le hizo caso. En cambi
. Rápido verifico que no era así. – ¿Listo para irt
color abandonaba su rostro y
era su hija se levantaba, apartándose de la luz de la luna. Ahumrah se adhirió a la
para huir, pensando que si todo eso era una broma de m
a una persona miserable, aunque sabía que ayudó un poquito para que Marú Shamk
iendo sin necesidad, Ahumrah lo que hizo fue acelerar
e como una fulana para recibir algo de dinero, de su amada esposa, que era la principal heredera d
ecer y empezó a notar la verdadera naturaleza de su padre eso no le agradó, por l
ste duró doce años para iniciar su proceso de consunción. Además,
r lo que cuando giro y chocó con una pared llena de músculos pudo ve
das como la chica se abría paso a
ió sus oídos, dejándolo sordo. Su cuerpo temblaba
su corazón cuando un fuerte dolor paralizó sus s
ó a la cara del tipo, una lintern
B
su garganta cuando su corazón se paralizó y el anciano calló de rodillas con la mano sosteniend